Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

miércoles, junio 28, 2006

¡A por ellos, eo, eo, eo!



Que me perdonen los futboleros de pro, pero es que me da la risa floja. Supongo que no vale decir eso tan manido de "ya os lo decía yo...", pero así son las cosas y así se las hemos contado, jejeje.

Vamos, que España (esa unidad etérea en lo crispacional que nos venden a todas horas) no ha tenido nunca selección, ni de futbol, ni de carreras de sacos, ni de gaitas. Que un equipo es otra cosa, una estrategia, una conjunción de elementos, un sacrificarse por el bien común, trabajar por una meta general, colaboración y sacrificio. En cambio aquí sólo van cuatro pelanas a lucir palmito y vivir de la moma, a hacer el figurín hasta que se tropiezan con un Equipo de Verdad. ¡Menuda chorrada ganar a equipos inferiores! ¡Qué gran cosa es pasarlas canutas con Arabia Saudí! Si les interesa, pueden jugar en la liguilla que han montado los peques de mi pueblo, seguro que con algo de esfuerzo hasta se clasifican... ¡Y ahora el Bien Pagao dice que ya vale y lo mismo dimite! A buenas horas mangas verdes... ¿Devolverá el dinerín que ha cobrado por no hacer nada digno de recuerdo? Me temo que no. O sea, todos aquellos que teníais el coco comido con el "¡A por ellos!" de los c*j*n*s, espero que os lo toméis al pie de la letra. Ahora iréis a por ellos, ¿verdad? Se lo merecen.

Por cierto, yo hasta la fecha no he visto ni un sólo encuentro de esos de butifarrada entre amigos... Ahora sí que pienso ver los partidos del Mundial, porque Ya Hay Mundial de Verdad. Algunos encuentros prometen ser interesantes y disfrutaré como un enano poniéndome a favor de quien me guste más, ya sea Brasil, Argentina o Inglaterra. Italia no, que son una especie de España pero más marrulleros. Pero nada de sentir los colores patrios ni monsergas por el estilo. Disfrutemos del buen juego, de las estrategias y del desarrollo en el campo. Futbol y sanseacabó. Como tiene que ser.

Pero como no todo han de ser pelotas, volvamos la mirada a lo que ha dado de sí esta semanita. Primero, me congratula saber que la gran (metafóricamente hablando) Kylie Minogue vuelve a los escenarios. Los australianos tienen aparte de canguros buen cine y buenos cantantes (en este caso también cantantes buenas, jejeje). Espero ver algún día en directo a la resultona Showgirl...

Y un gran deceso ha conmovido el mundo... al menos el de la tele. Se nos ha muerto Aaron Spelling. ¿Cómo que quién? No, al final pensaré que los que me visitáis estáis un tanto "fuera de órbita". Bueno, para los que no se enteran: el amigo Spelling ha sido uno de los productores de televisión más influyentes. Responsabilidad suya han sido series míticas como Los ángeles de Charlie, Starsky y Hutch, Vacaciones en el mar, Dinastía, Sensación de vivir, Melrose Place o más recientemente Embrujadas. Y me dejo muchas en el tintero... Resumiento, que este hombre ha influído mucho más en la manera de pensar y comportarse de varias generaciones que muchos científicios y filósofos, más incluso que Gene Roddenberry y su en comparación escuálido Star Trek. ¡Toma con la tele!

Y eso me lleva al genial Billy Wilder, de quien hicieron un homenaje en La 2 este fin de semana. Para mí el cine ha dado dos grandes genios tanto cinematográficos como literarios, es decir gente que se mueve con igual soltura en ambos medios. Me refiero a Grouxo Marx y a Billy Wilder. Oírles lanzar frases es una experiencia de lo más estimulante. Por ello no me extraña que Wilder diga cosas como: "Durante años trabajar en cine fue algo indigno y vergonzoso... hasta que inventaron la televisión". Magistral. En su epitafio reza: Soy escritor, pero nadie es perfecto. No puedo añadir nada más. Eso sí, aconsejo que visionéis cualquiera de sus películas, vale la pena.

O sea, que de nuevo la ficción ha resultado mejor que la realidad. ¡Qué le vamos a hacer!

martes, junio 20, 2006

El descanso del artista o el artista sin descanso



Mi buena amiga Pily nos informa en su blog "Momentos en Solaria" que no va a publicar sus comentarios tan asiduamente. El motivo aducido para ello es que se encuentra inmersa en la escritura de un relato asimoviano, lo cual me parece muy bien. Yo reconozco su sabiduría, por lo que siguiendo sus pasos también declaro que no voy a poder publicar mis paridas, al menos tan a menudo como hasta la fecha. Y es que un servidor también se halla atrapado en una "vorágine creativa".

El fenómeno blog, tan intenso y en cierta forma estimulante, roba mucho tiempo a otros menesteres. Así pues he de aparcarlo un poco para dedicarme más de lleno a mi actividad creadora. ¡Ejem! Vale, ya sé que muchos de los que me leéis alucinaréis ante mis pretensiones "artísticas", en especial ciertos acerados críticos photochoperos a los que envío un cariñoso saludo (:-D)... pero esto es lo que hay. Necesito acabar una novela y varios relatos que tengo pendientes, demasiadas dilaciones ha habido hasta la fecha.

Pero que no cuanda el desánimo... o la alegría, según se mire. Seguiré publicando esas impresiones mías tan estrafalarias que son marca de la casa, aunque no con tanta frecuencia. Me he marcado la meta de publicar algo al menos una vez a la semana, y espero conseguirlo. El gusanillo se me ha metido muy dentro y no es cuestión de cortar por lo sano un experimento tan divertido... al menos para mí.

Y tras este largo preámbulo reanudamos la programación habitual, escribiendo sobre alguna noticia reciente que ha llamado mi atención. Hoy me entero que en Catalunya ha descendido el número de accidentes mortales de vehículos en las carreteras. Nada más y nada menos que un 42 por ciento, lo cual no es moco de pavo. ¿Motivo? ¿Tal vez la aprobación del rutilante Estatut? ¿O es que los catalanes nos hemos vuelto más prudentes? ¡No señor! La culpa la tienen los ladrones. Me explico.

Resulta que, debido a la epidemia de robos en casas de la que ya he escrito largo y tendido, la policía ha colocado infinidad de controles en las carreteras. ¿Efecto secundario de semejante medida? Que la gente conduzca más despacio y haya menos accidentes, aunque los robos siguen in crescendo... tal vez porque los ladrones también son prudentes. Y es que, en el fondo, no hay mal que por bien no venga...

También es bueno saber que nuestra industria textil trata de salir del bache buscando nuevos matariales que den un valor añadido al producto. Ahora le ha tocado el turno al bambú. Esta fibra natural resulta exótica y a la vez excelente. Las firmas Punto Blanco y Cóndor ya tienen sus calcetines de bambú, de tacto suave y que absorben la humedad incluso mejor que el algodón. Así el bambú y el cáñamo saltan a la palestra como nuevos tejidos. ¿Problema? Pues que los bosques de bambú se encuentran principalmente en China, feroz competidora, y que son el hábitat y el sustento de los osos panda. ¡Ay, ay, ay! Que mal veo yo a los pobres... Tendrán que cambiar de dieta y habituarse a comer yogures. Eso sí, como dato esperanzador hay que decir que un árbol de bambú puede ser reemplazado en 59 días, mientras que un árbol de la mayoría de otras especies tarda... ¡60 años! Yo me pido unos calzoncillos de bambú para ya, que a ecologista no me gana nadie...

Y así también me entero que en Collserola se ha descubierto la sopa de ajo. Es decir, que se está recurriendo al pastoreo para limpiar el sotobosque y evitar posibles incendios. Desde hace días unas cuatrocientas ovejas y más de un centenar de cabras limpian a bocados las zonas más inaccesibles. Los rumiantes llegan a comerse unos cinco kilos de vegetación diarios y actúan principalmente en los caminos de la red básica de prevención de incendios. ¿No tiene esta noticia algo de justicia poética? Y pensar que un simple pastoreo puede evitar muchas desgracias...

Lo que no me hace ni pizca de gracia son las desventuras del osito Winnie en la televisión turca. No es que yo sea un fan de Winnie the Pooh, pero me parece una aberración que la televisión pública turca lo censure. ¿El motivo? Que acostumbra a salir con su amigo Piglet, quien por si alguien no lo sabe es un cerdito. Y claro, se trata de un animal impío para el Islam. ¿Puede una televisión pública estar tan mediatizada por la religión? Parece ser que sí. Ya lo sufrió en sus carnes la cerdita Piggy de Los Teleñecos, que también fue censurada debido a su raza porcina. Esto da miedo. Ya ni siquiera los dibujos se libran de los extremistas religosos, aviados estamos.

Suerte que siempre podemos comprarnos un pisito hortera en Marina d'Or. Edificios de diez plantas, diez, con quince puertas por rellano. El más baratito, sin vistas al mar ni nada, cuesta 245.000 euros, pero los mejores rondan los 540.000 euros. Todavía no se ha construído ni el diez por ciento de la Cosa, alrededor todo son barrizales. Dicen que habrá más de 50.000 viviendas, qué horror, todas pegaditas como enormes panales de abejas. Pero no lo veo nada claro, para mí que quieren hacer una Disneylanda para la Tercera Edad. Tal vez por eso haya tanto cartón-piedra. Yo, desde luego, paso. Huyamos hacia costas más salvajes y puras. Estoy del litoral de cemento hasta los mismísimos. ¡Qué forma de cargarse el paisaje!

Tras unos instantes de reflexión, prefiero dejarlo aquí y ponerme a escribir relatos. Al menos así podré inventar mundos más humanos...

domingo, junio 18, 2006

Miscelánea domincal


Siguiendo las órdenes de mi "agente" en un mensaje anterior, y de paso aprovechando que hoy es domingo, voy a tratar los temas que él me sugiere y que todavía no he incluído en el blog.

Primer tema: "El lado menos conocido de Rocco Sifredi".
- Nada que ver con la foto adjunta, "Peligros de la masturbación", algo que Rocco ya ha superado al ser ambidextro. Yo me refiero al lado femenino. Así me entero de que en Río de Janeiro, como si se tratara de un país islamista, también las mujeres tienen en el metro un vagón especial sólo para ellas. De esa forma, el Gobierno lucha (?) contra las violaciones y los acosos sexuales que tanto priman en Brasil. O sea, amigos hombres, no os metáis en los vagones rosas de Río, sopena de ser linchados por una marabunta de mujeres rabiosas. Ellas cobran menos, pero pueden viajar aparte. ¡Viva la igualdad!
Aunque peor lo pasan las cajeras de ciertos supermercados en Argentina. Se las obliga a trabajar con pañales para que no pierdan tiempo yendo al lavabo. ¿Liberación femenina... dónde?

Segundo tema: "Cómo hacer montajes sin el fotochop".
-Para montajes, sin duda el musical. Leo una entrevista a Scott Cohen, cofundador de The Orchard. Por si alguien no lo sabe, esta empresa es la mayor distribuidora de música digital del planeta, colaboradora de iTunes, eMusic, MSN y Napster, ahí es nada.
El amigo Cohen nos dice que en diez años, o tal vez antes, llegará el final del formato CD. El coste es muy alto, máxime si se compara con el formato digital. Las empresas ahora graban a un grupo y lo cuelgan en Internet. El detalle es conseguir cobrar por el producto a pesar de los pirateos. Pero a eso se tiende, sin duda. ¿La evidencia? El concierto de los Stone en Río. Era benéfico y no cobraron, jejeje. ¡Pero se "sacaron" 10 millones de euros en publicidad y merchandising! Así hasta yo soy solidario, desde luego...

Tercer tema: "Luis Aragonés: el hombre".
-¡Menudo pájaro! Una adivinanza: a ver si sabéis quién es el funcionario español mejor pagado del mundo. Tic tac, tic tac, tic tac. ¡En efecto! Se trata de Luis Aragonés. El seleccionador nacional de fútbol tiene la consideración de funcionario del Estado. Trabaja poquísimo, nada de un partido a la semana, sólo "actúa" cuando hay partidos internacionales o mundiales... hasta que le eliminan el equipo a las primeras de cambio. ¿Y cuánto cobra el hombre? ¡50 millones anuales de las antiguas pesetas, primas aparte! Nada, que por ese precio yo también me hago forofo y todo. ¡A por ellos, a por ellos, a por los euros! ¡Vamos a ganar, vamos a ganar (o al menos a cobrar, jejeje)!

Cuarto tema: "Análisis de la obra de Sánchez Dragó".
-Caca, culo, pedo, pís. Advierto que este análisis es muy profundo y se tiene que analizar a fondo, como la obra que estudia. Por cierto, el amigo Sánchez Dragó es un español de pro. Sin duda estará en contra el Estatut de Catalunya que hoy hemos votado en estos lares. Yo, para variar, he emitido un voto bastante "especial". Un SI o un NO escapaban a mi limitada capacidad de síntesis. Por ello he votado con una papeleta en blanco donde previamente he escrito "Estatut, tururut". Ésa es mi opinión sobre el tema. Y el que no se lo crea es que no me conoce a fondo. Este Estatut, encorsetado en una constitución obsoleta, es una engañifa como la copa de un pino. Primero hay que hacer una Constitución Española nueva, donde se reconozca que España es un estado formado por una amalgama de naciones, una federación como la alemana. Luego hablamos de estatutos para todas sus naciones, que son muchas y variadas.

Y así, de forma sorprendente, he tocado todos los temas que me sugirió mi "agente". Aunque lo mismo él no lo cree...

sábado, junio 17, 2006

Matadero número 5



Fue Gandhi quien preguntaba cómo podíamos explicar qué hacen esos cuerpos muertos en nuestro congelador, víctimas de otra guerra no declarada. Los humanos criamos a los animales para sacrificar a sus hijos y hemos convertido nuestros estómagos en una tumba para ellos, como bien dijo Leonardo Da Vinci. Leo el inquietante libro Jaulas vacías, del pensador Tom Regan (y no Reagan, por favor). Así me entero (acepto al fin) que todos los animales, las vacas, los cerdos, los perros, los gatos, todos, también sufren tanto física como psíquicamente. Y nosotros, que no tenemos escrúpulos en torturar a seres humanos, sin duda no se lo ponemos nada fácil.

Una vez, por cuestión de trabajo, visité un matadero... y "sólo" era de pollos. El encargado, de forma muy amable, me lo enseñó todo. Sólo puedo describir aquello como un Auschwitz en miniatura. Ponerte metafóricamente en la piel (en las plumas) de un pollo resulta aterrador. Pero también están los terneros, que viven meses enteros inmovilizados en cajones de madera para que su carne tenga "mejor sabor". ¿Y qué pasa en las porquerizas? Los suelos de estos lugares suelen ser de cemento o de metal, lesionándoles las patas a los pobres animales. Y eso que los cerdos tienen el mismo nievel cognitivo de los chimpancés...

Se estima que cerca de un 70 % de los animales a sacrificar, a causa del polvo y el amoníaco que llena el aire de las granjas, padecen pulmonía cuando son sacrificados. Aunque en teoría son aturdidos antes del degüello y su posterior lanzamiento a un tanque de agua hiviendo, en la mayoría de los casos son arrojados todavía conscientes a su ebullición... Qué horror. Se me ocurren muchas palabras, pero ninguna es suficientemente descriptiva.

No soy vegetariano de pro, ni creo que vaya a convertirme. Creo que debemos comer carne, necesitamos de sus proteinas, tal vez algún día se pueda sintetizar sin necesidad de matar. Ya hubo en su día ciertos experimentos que convertían el petróleo en filetes, aunque no me parece nada atractivo. De momento, ya que hemos de sacrificar animales, al menos tendríamos que aprender a no ser tan crueles con nuestros compañeros en el planeta.

Que el ser humano es un desatre queda patente en la nueva película de Werner Herzog, ese genial director alemán que sabe tratar personajes tan especiales (Aguirre, Fitzcarraldo...). Su cine es un tratado sobre la locura, la obsesión de seres atormentados que chocan abruptamente con el entorno. Así ahora nos llega Grizzly man, un film basado en la historia de un personaje auténtico, el naturalista Timothy Treadwell. Este hombre, tras huir de la droga y muchos infiernos particulares, vivió trece largos años entre los osos pardos de Alaska, documentando y explicando sus vivencias.. hasta que uno de ellos se lo zampó junto con su novia.

Repito: el ser humano no sabe convivir con el resto de la naturaleza. El caso de Treadwell es una clara muestra. Hemos disneylizado tanto a los animales que no entendemos nada, pensamos que son juguetes o que se mueven por las mismas premisas que nosotros. Creemos que por ir a hacerles monerías y cucamonas van a cambiar y serán nuestros "amigos", nuestras mascotas. Pues no señor, si el hambre aprieta hasta un naturalista y su compañera pueden ser considerados un buen manjar. ¡Qué poco aprendió el tipo en trece años!

Y así nos damos cuenta que todos vivimos en un inmenso matadero, donde podemos pasar de comedores a comidos en un plis plas. Pero al menos los animales no nos engordan ni maltratan antes de zampársenos. ¿Tal vez porque son más humanos que nosotros?

Todo es posible en este matadero número cinco.

viernes, junio 16, 2006

Feliz Navidad, Mr. Sakamoto


Tengo un compañero de trabajo que insiste en decir que la música electrónica "es una mierda". Así, como suena. Y yo siempre le contesto lo mismo: Pero, ¿tú has oído a Sakamoto, pringaillo? Es evidente que no lo ha oído. Así se explica su cerril actitud.

La música electrónica, mal que le pese, ya peina canas. Yo, que también, recuerdo haberla descubierto por primera vez en la tele. Iba como pegadizo acorde de una serie mítica donde las haya: "Dr. Who". No estaba nada mal, ¿alguien lo recuerda? ¿Quién nos iba a decir que tan extraños y fascinantes sonidos eran el comienzo de una nueva tendencia musical? Así, de la mano, dos leyendas comenzaron juntas su andadura.

Bueno, no soy un gran experto y casi (casi, ey) me suena igual la música House que la Tecno o la Máquina. ¡Si durante un tiempo llegué a pensar que la Ruta del Bakalao era una guía gastronómica! Pero dejando de lado experimentos extremos, lo cierto es que tanto los sintetizadores como todos los extraños aparatos electrónicos que se han ido desarrollando han abierto un hueco en todos los grupos que se precien.

O sea, que la música electrónica es (puede ser) muy buena. Y luego, claro, tenemos a Ryuichi Sakamoto. Este hombre es un genio, así, sin matices. Se escapa a cualquier etiquetado. Yo lo descubrí gracias a su trabajo creativo en la banda sonora de la película "Feliz Navidad, Mr. Lawrence", y desde entonces no me ha defraudado. Otro puntazo fue la banda sonora de "El último emperador", pero es que este hombre no para. Por supuesto no podía faltar a su cita con el Sónar en su 13ª edición. El Festival de Música Avanzada de Barcelona está que se sale, ya es una cita obligatoria a nivel mundial. A veces resulta algo cargante con tanto tecno y tanto house, tanto guiri que llega de todas partes y unos precios por las nubes (¡40 euros una entrada de noche, jopé!) Ambientazo total, eso sí. Y yo con estos pelos.

Vergüenza me da admitirlo, pero este año no he asistido al concierto de Sakamoto en el Auditori. Reconozco que uno ya no está para según qué trotes, amén de que la parienta se mosquea si me largo todo el santo día. Ya me escabullí no hace mucho con Neil Youg y con Lou Reed, así pues tenía el cupo lleno. Otra vez será.

Al parecer, y por desgracia hablo de referencia, Mr. Sakamoto mantuvo un intenso duelo musical con Alva Noto, nombre artítisco del alemán Carsten Nicolai. Su trabajo conjunto, que responde al nombre de Insen, fue presentado con enormes pantallas que interactuaban con sus acordes. Una especie, dicen, de meditación hi-tech. Los puntos de luz iban iluminando o perdiendo brillo siguiendo la intensidad de los sonidos, con una pantalla transversal que palpitaba como un corazón. Toda una mística contemplativa que yo tampoco pude disfrutar, tengamos resignación. Esta mañana he oído un por la radio un pequeño fragmento y casi me da un síncope de la rabia. ¡Lo que me he perdido!

Pues nada, a enmendar la cosa. Me voy a poner a la caza y captura de piezas de la unión de semejante pareja. Valen la pena y demuestran que sus genios están en un gran momento. Como siempre, vamos.

Feliz Navidad, Mr. Sakamoto.

miércoles, junio 14, 2006

Niños al Salón


Finalmente acudí al Saló del Cómic. Superados todos los imponderables, este domingo pude asistir a la cita anual junto a mis buenos amigos Garson y Suskiin, amén de mi media naranja, quien no es una fanática del evento, pero como en la mili el valor se le supone.

La primera valoración del evento es positiva, desde luego. El nuevo recinto dentro de la Feria, junto a la Plaza de España, es mucho más amplio y permite transitar mejor. Incluso a la hora punta del día la aglomeración era soportable. El precio de la entrada, cinco euros, tampoco me pareció excesivo. Encima, si uno tiene suerte de poseer el Carnet Joven la visita le sale por tres eurines de nada. Aunque yo no tengo dicho carnet, ingnoro el porqué...

Pero no todo van a ser aplausos. Una cosa que no entiendo ni entenderé es porqué los cómics que se venden dentro del Saló no tienen algún tipo de descuento, algo que los distinga y les de un valor añadido. Si uno es aficionado al tema, si no lo es tampoco va a ir, me parece una tontería pagar desplazamiento y entrada para comprar el género al mismo precio que en la tienda de la esquina. ¿Me explico? Pues algo se me escapa porque todo quisqui compraba a manos llenas (yo incluído, mira por donde).

En ese sentido, no puedo menos que admirar la parada del Salón del Cómic de Córdoba, donde te regalaban un cómic si pagabas unos tacos de jamón con una cervecita... ¿O era al revés? El caso es que el jamón fue menguando a ojos vista. ¡Para que luego digan algunos que con los tebeos no se saca nada de provecho!

Pero vayamos por orden. Digamos que la Cosa se dividía principalmente en tres apartados:
a) Las paradas de venta propiamente dichas, donde mostraban el producto todas las editoriales y las tiendas de cómics importantes, junto a un número elevado de fancines más outsiders.
b) Las exposiciones, por ejemplo la del gran Luis Royo donde mostraba su arte, un arte cada vez más erotizado y con chicas muy macizas. Luis Royo es tal vez el mejor ilustrador español de la actualidad y me maravilla su progresión ascendente hacia una molicie bien entendida. Cada vez cobra más por menos. Me explico: empezó haciendo cómics de ciencia ficción que malvendía por cuatro perras y ahora cobra pequeñas fortunas por hacer una "simple" portada. ¡Qué suerte!
c) Las charlas y coloquios, amén de las firmas de los autores. El contacto directo, vamos. Si algún despistado todavía no tiene un Mortadelo del propio Ibañez es porque no se entera... Incluso una emisora de radio (ComRadio, creo recordar) emitía en directo desde allí, entrevistando a gente del negocio, autores y editores. Y el Buenafuente, que ése se apunta hasta a un bombardeo. ¡Ahora saca revista y todo!

Bien, sobre las paradas decir que había una cincuentena larga. Y más larga que se hacía si uno quería visitarlas todas, aunque en la mayoría los títulos se repetían. No obstante, algunas ofrecían números de cómics antiguos y descatalogados, lo cual era un aliciente para remover las atestadas cajas a la búsqeda y captura de ese numerito que a todos nos falta para completar una colección del año de la Kika. Tampoco faltaba el merchandising de todo tipo, Star LoQuesea incluído, o sea muñequitos, pins, camisetas y toda suerte de adminículos extraños a precio que corta el hipo. Por supuesto DVD's de anime y manga, mucho manga. Ahora que Planeta-deAgostini no tiene derechos sobre cómics americanos, se ha lanzado voraz hacia la producción nipona. ¡Si hasta había numeritos de Sailor Moon! En fin... Muchas reediciones de cómics antiguos, Flash Gordon, Príncipe Valiente, etc, etc. Un servidor se compró el último ejemplar de Blacksad. Aunque los autores son españoles y en Francia han editado unos 150.000 ejemplares, aquí sólo se editan unos 3.000.... y porque la editora es generosa. Ahí se ve la diferencia cultural que tiene el cómic en nuestro país y en otros.

De exposiciones, tras la mencionada de Luis Royo, tal vez la más llamativa fuera la del Capitán Trueno, ambientada en lo que pretendía ser el interior de un drakkar vikingo. Lo único que saqué en claro es que como Ambrós nadie supo dibujar semejantes historias. Ni Fuentes Man ni ningún otro. Ambrós era el mejor y dotaba de un dinamismo y una personalidad propia a tan entrañables personajes. Otra exposición interesante fue La Guerra de Papel, donde se mostraban tebeos y carteles de ambos bandos durante la guerra civil española. Cerraban la muestra Carlos Giménez y su Paracuellos (otro que vive de rentas) y Barrio principalmente, Miguelanxo Prado a quien no presté excesiva atención, lo siento, y alguno más que no recuerdo. En conjunto una muestra sugerente y como mínimo distraída. Había para todos los gustos, muy equilibrado, y eso siempre es un gran logro.

No, no me he olvidado de V de Vendetta. Para mí fue lo más flojo, mucha rosa por aquí y mucha plancha original expuesta, pero todo quedaba bastante frío. Eso sí, la firma de autógrafos de David Lloyd fue todo un éxito. Y no era para menos, que es un gran dibujante y su obra es todo un hallazgo.

Resumiendo para no alargarme, gran afuencia de público, se batió récord de visitantes (unas 95.000 personas, que no son moco de pavo) y la cosa estuvo bien, distendida y con variedad de opciones.

O sea, a pesar de los pesares y de alguna laguna, valió la pena. Sin duda el año que viene un servidor repetirá la experiencia. Y no seré el único.

Los niños volveremos al Salón.

sábado, junio 10, 2006

Cuestión de pelotas


Por si alguien no tiene tele, ni lee los diarios o escucha la radio, ni siquiera oye o participa en conversaciones "de hombres" (y alguna mujer, no vayamos a pensar), ni recibe publicidad de viajes "aprovechando el evento" o propaganda vía SMS en su móvil... Resumiendo, por si tenemos algún marciano leyendo mis paridas, anuncio de forma oficial que en Alemania ya ha empezado el Mundial de Fútbol. De nada, siempre a vuestro servicio.

¿Y a mí qué? Preguntarán las cuatro mentes pensantes que todavía quedan. Nada, pero aunque parezca imposible a partir de ahora el bombardeo mediático se va a intensificar. Tanto si nos gusta como si no, comeremos fútbol hasta en la sopa. Ni siquiera la previsible eliminación del equipo de España en cuartos de final evitará que todo el tema se nos haga indigesto. Así que a los refugios, sálvese quién pueda. Ya estáis avisados.

Yo, que soy un "aficionado tibio" a eso del balonpié (jugué en mis años mozos como defensa izquierdo, es decir en un puesto que no destacaba demasiado pero donde mi mole de metro noventa asustaba a los delanteros), estoy hasta el cogote de tanta tontería. Aunque disfruto (cada vez menos) con un buen partido, me produce urticaria la "pasión ciega" que observo a mi alrededor. Me importa un pimiento que gane o no gane España, y cuando veo algún partido (sí, sí, cada vez menos) tan sólo pido que ambos equipos jueguen bien y me decanto por el que en aquel momento concreto me parece más voluntarioso. Así de simple.

Los romanos, muy cucos ellos, ya se inventaro aquello del "pan y circo" para distraer y atontar al personal. Hoy en día la fórmula se ha transformado en un insulso "pizza y fútbol" que atufa de todas todas. Que una gran industria se forra alrededor del fútbol resulta evidente. No hablaremos, aunque da para mucho hablar, de los prostíbulos que van a hacer su agosto en Alemania a expensas del Mundial. Se habla de 40.000 prostitutas (¡cuarenta mil!) que han aterrizado en los prostíbulos teutones para "trabajar" estos días. ¡Menuda juerga!

Otro tipo de prostitución es el de las "estrellas". Que un tío en paños menores corretee por un campo dando patadas a un balón y gane más que todo un turno de mineros en Asturias, tras más de ocho horas picando y aspirando aire viciado, eso me parece sencilla y llanamente Asqueroso. Demuestra la mierda de mundo donde vivimos. ¡Y encima el fulano está bien visto! La gente se mata por tener un autógrafo suyo, les divierte sus correrías nocturnas en plan golfo y le ríen las gracias... hasta que cambia de equipo por un contrato todavía más suculento. O sea, que en el fútbol los especímenes se dividen principalmente en dos clases: los vividores (pocos) y los gilipollas (muchos). Yo he oído en los bares a gente que no cobra ni mil euros al mes discutir apasionadamente sobre que "hay que comprar a Tal o Cual jugador por no sé cuántos miles de millones". Patético. Ya no sé a quién habría que mantear, al listillo que acepta el precio o al tontainas que aplaude y colabora a tal despropósito.

Hoy en día las "selecciones nacionales" (algunas más bien nacionalizadas, jejeje) actúan cual modernos ejércitos, arrastrando el "patriotismo" tras de ellas. La masa les apoya de forma incondicional, como si en ello les fuera la vida. Hasta alguno muere de infarto cuando su equipo pierde, fíjate. No me extraña que Mussolini diera la orden de ganar el Mundial cuando se celebró bajo su mandato, ni que la dictadura de Argentina orquestara su evento para lavarse la cara. Los equipos son divisiones acorazadas que ganan o pierden batallas. Pero claro, igual que en las guerras de intereses aquí también hay tongo. ¿O alguien se creía que no, que todo era limpio?

Examinemos un caso cercano, el infausto Mundial del 82, ése del...¡ja,ja,ja!.... Naranjito (¡pfff!). Por ejemplo, mucho se ha dicho sobre el partido de Alemania y Austria en Gijón. Tal y como estaban las cosas, si la primera ganaba por un gol a cero, se clasificaban ambas y mandaban a la selección argelina para casa. ¿Cuál fue el resultado? ¡Bingo! Uno a cero. A la que Alemania marcó su tanto se acabó la historia, los jugadores de ambos equipos perdieron interés y se pasearon por el campo en plan coleguillas. ¡Viva la imparcialidad!

Más cosas de tan maravilloso mundial, el único que (mira por dónde) no ha ganado su anfitrión, ni ha quedado en puesto de honor. En Valladolid estaban jugando Francia contra Kuwait. Evidentemente ganaban los primeros, pero al marcar el cuarto gol el emir de Kuwait se sintió ofendido por la paliza, bajó al campo y ordenó a sus jugadores que abandonaran el terreno de juego. Tras un lío fenomenal, se echó al árbitro, se anuló el gol y aquí no ha pasado nada. Todos contentos. ¡Viva el deporte!

Eso pasa por no hacer como ciertas selecciones, que viajan con sus propios brujos. Sudáfrica, por ejemplo, que saca a un personaje "con poderes" para realizar conjuros antes de los partidos. Los hay que incluso entierran ajos en las porterías y esparcen ciertos polvos mágicos en los hoteles, evitando el "mal de ojo".

Supersticiones que no fallen, como la de Brasil. Al perder la final en su casa, allá por 1950, se cambiaron el color de la camiseta, pasando del blanco al amarillo para deshacerse del mal fario.

¡En fin! Así es gran parte de esta panda de ricos malcriados, mercenarios del mejor postor, a veces tramposos (y no he hablado de dopaje, peeeero...), a veces supersticiosos, que viven del cuento y arrastran pasiones. Una panda que durante un mes vamos a tener hasta en la sopa.

¿Por qué esa pasión desaforada hacia un juego que en el fondo resulta futil? No me lo explico, es como si la masa humana en general se olvidara de utilizar sus neuronas, desconectara su capacidad de raciocinio y se dejara llevar por un instinto primario, animal.

Sin duda el fútbol es una cuestión de pelotas.

viernes, junio 09, 2006

Mensaje en la botella


Aquí estoy de nuevo. Tras sufrir "causas técnicas" en el blog y otras "causas médicas" en mi humilde persona, seguimos en la brecha. De todo ello ya hablaré próximamente, que la cosa promete. Pero hoy viernes el tema ha de ser festivo, que para algo empieza el fin de semana y el Saló del Cómic ya está casi al alcance de la mano... y del bolsillo. También prometo explicar mis experiencias en tan magno acto... si sobrevivo al mismo.

Vayamos pues a la noticia del día. Leo que una empresa japonesa (cómo no) acaba de inaugurar un nuevo servicio: el envío de objetos al espacio. Vamos, que se trata de una versión actualizada de los típicos mensajes en la botella, aquellos que lanzaban los naufragos de las islas... cuando todavía la gente se miraba las botellas que flotaban en el mar como una cosa curiosa, no como una muestra de la porquería que flota ahora.

Por el módico precio de 690.000 euros uno puede mandar al espacio cualquier pachanga que desee. Pero hay más: podrá seguir por su móvil vía satélite el trayecto de la cosa, al menos durante tres años. ¡Qué bonito! O sea, pongo por caso, agarro el jarrón horroroso que nos regaló la suegra, lo lanzo al espacio y puedo ir siguiendo su trayectoria hasta que se pierde en la constelación de Alfa Centauro al doblar a mano derecha. ¡Y semejante martingala me ha costado únicamente 690.ooo euros! Más lo que valga la conexión del móvil, digo yo, pero no vamos a ser tan tiquismiquis.

Primera pregunta: ¿para qué puñetas va a querer nadie lanzar trastos al espacio? ¿Es que también se trata de ensuciar el cosmos como una playa cualquiera? Ya puestos, ¿vale tirar hacia el infinito la bolsa de la basura? Sería una forma de quitarnos de encima la mugre... y sin necesidad de reciclar.

Segunda pregunta: ¿quién está tan majara para gastarse una fortuna en lanzar chorradas por la galaxia? Si con ese dinero se puede comprar uno un chalet de lujo en una urbanización de postín, con ladrones incluídos y todo, que ahora es más chic.

Tercera pregunta: ¿es que nadie en sus cabales va a prohibir semejante tontería, destinando el dinero a causas mucho más dignas y solidarias? ¿No hay para encarcelar a quien sea capaz de gastarse semejante precio en esa memez, habiendo tanta gente en el mundo que se muere de hambre?

Cuarta pregunta: ¿estamos todos locos? Parece mentira que alguien puede tirar adelante un proyecto tan estúpido... y que tal vez le sirva para forrarse. Si la cosa tiene éxito, primero surgirá la competencia, luego los precios bajarán y por fin todo el entorno se convertirá en una especie de pat¡o trasero repleto de cachivaches. Y si se complica ya me veo yo a muchos jóvenes trabajando como basureros espaciales, recogiendo las mierdecillas que otros hayan arrojado.

Bueno, sin duda esta noticia sirve para empezar el fin de semana con optimismo. Hemos sentado las bases para una nueva profesión y además hemos detenido cualquier posible invasión de aliens. Seguro que si algún extraterrestre se topa con los cacharros que se van a lanzar, huirá en dirección contraria pensando que somos una panda de chiflados.

Ese será el auténtico mensaje en la botella.

martes, junio 06, 2006

El día de la Bestia


¡Uy, uy, uy, qué yuyu! Hoy es el sexto día del mes sexto del año seis. Dicho de otra forma, es el día de la Bestia, donde se conjura el número cabalístico 666. Que por si alguien está en la higuera y todavía no lo sabe, es el número del diablo. ¡Y yo con estos pelos!

Originariamente, en los inicios del cristianismo, sólo se creía en la existencia de Dios y no existía ningún Señor del Mal, así con mayúsculas. Las únicas menciones eran de demonios menores, aunque bien pronto se copió de los persas esta especie de ying y yang que tan buenos frutos luego ha dado a la Iglesia. Desde entonces el miedo y/o culto al Diablo han ido parejos. ¿Culto monoteísta? No sé, no sé. Salvando las distancias, tenemos aquí una religión tipo Sherlock Holmes/ doctor Moriarty donde la Bondad Infinita se enfrenta al Maligno en una lucha sin tregua. Cristo versus Anticristo, dos caras de la misma moneda. Pues vale, pues muy bien. Cada loco con su tema.

Por supuesto los obispos de la Nueva Religión Oficial, es decir los productores de Hollywood, se han apresurado a explotar el filón. Hoy se estrena en todo el mundo la nueva versión de La profecía, una película añeja (del año 1976) que trata de reverdecer laureles a base de susto y tentetieso. Claro que entonces, aparte de tener un guión original, el director era Richard Donner y los actores protagonistas Gregory Peck y Lee Remick, por lo que salió un film bastante potable.

Ahora nos enfrentamos a una copia descarada, casi un calco, que se limita a repetir escenas, una detrás de la otra, sin innovación alguna. Confieso que ni director ni protagonistas me suenan en absoluto. Tan sólo la presencia de Mia Farrow tiene gancho. Todavía la recuerdo como atrribulada madre embarazada en La semilla del diablo, una película que sí metía miedo, y eso que no contaba con efecto especial alguno. Pero es que, aparte de un guión fabuloso, tenía a Roman Polanski tras las cámaras. Confieso que el retrato de aquella comunidad de vecinos me hizo sentir repelús al hecho de vivir en un bloque.

No obstante, me temo que la nueva versión del film que hoy se estrena será un verdadero fiasco. Mia Farrow, con su cara de ángel despistado, a mí sólo me mete miedo cuando se enfada a muerte con el pobre Woody Allen y lo lleva a los tribunales. ¡Eso sí que es un infierno desatado! Pero que salga haciendo de niñera del Anticristo como que me la trae floja.

Supongo que los avispados productores imitarán el proceder de sus antecesores de la Fox, quienes se gastaron la friolera de 15 millones de dólares de la época sólo en publicitar la primera Profecía. Un importe nada desdeñable, teniendo en cuenta que rodar el film sólo costó 2,3 millones.... Mucho menos, desde luego. No hay nada como la publicidad para hacer rentable un producto.

Así nos enteramos de los extraños accidentes sufridos durante el rodaje de la nueva versión, de que el número 666 apareció inesperadamente por algún sitio, que una escena rodada se borró del metraje de forma misteriosa, que la actriz principal tenía sobrecogedoras pesadillas cada vez que cerraba los ojos... Bueno, vale, ya nos hacemos una idea de por dónde van los tiros, ¿verdad?

En resumen, si alguno quiere celebrar de forma cinéfila tan señalado día, le aconsejo que visione en casa el DVD de La profecía original. O mejor aún, La semilla del diablo.

O ya puestos, seamos patriotas y tengamos buen gusto.

Mejor nos vemos El día de la Bestia de Alex de la Iglesia. ¡Esa sí que es una película endemoinadamente buena!

lunes, junio 05, 2006

Pasión por el espárrago

Ya es primavera no sólo en El Corte Inglés, también en Alemania. Y en dicho país, como cada año, estalla la fiebre del espárrago. El archiconocido y sabroso spargel de Beelitz, población cercana a Berlín, estalla en todo su esplendor. Entre finales de Abril y San Juan los alemanes se lanzan cual huestes famélicas a la consumición de espárragos blancos. Cremas, sopas, pastas, con flietes empanados, con mantequilla o jamón de Parma, incluso solos, los espárragos blancos de Beelitz campan en todas las mesas que se precien.

Como hasta hace poco hacían los españoles durante la vendimia en Francia, ahora son los polacos quienes acuden en masa para recolectar tan preciado manjar por cuatro chavos. Aunque no todo es maravilloso, existe una dura competencia con los espárragos españoles, los cuales se venden más baratos e inundan antes el mercado. Por una vez y sin que sirva de precedente... ¡somos competitivos en algo! Pero el spargel aguanta el embate, como aguntó a los nazis en la Segunda Guerra Mundial y las campañas stalinistas de la posguerra, que redujeron su cultivo por considerarlo un producto bajo en calorías. Ya decía Goethe que "el espárrago es el rey de las verduras, lástima que su reinado sea tan breve".

Otro tipo de espárragos, éstos más indigestos, parecen brotar en Düsseldorf. En dicha población, siguiendo la estela dejada por la Comédie Française, el Ayuntamiento pretende retirar el premio Heinrich Heine, dotado con 50.000 euros, al escritor Peter Handke. ¿Por qué se quiere castigar a tan insigne literato? Pues porque el hombre tuvo la ocurrencia de asistir al entierro de Slobodan Milosevic. Si alguien no lo recuerda, éste era el antiguo presidente serbio y cuando murió estaba encarcelado, acusado de crímenes de guerra y genocidio por las cruentas guerras que azotaron la extinta Yugoslavia.

No voy a defender al impresentable de Milosevic, nunca me ha parecido un personaje ejemplar ni mucho menos. Su mirada fría y a la vez soberbia siempre me puso en guardia contra su persona. No soporto a la gente que mira así, desde arriba y como perdonándote la vida. Por desgracia, en el mundo hay muchos más personajes de su catadura, como por ejemplo el ahora amigo Gadafi. No me fio de esa gente en absoluto, su comportamiento mesiánico me produce escalofríos. Pero en el caso del dictador serbio, decir que sólo él (y por ende su pueblo) fue el responsable de la guerra de Bosnia y de las matanzas que se prudujeron me parece muy simplista. Las causas son complejas y las culpas, como un enorme pastel, habría que repartirlas más equitativamente. Incluso el admirado Clinton aquí tiene una buena ración para comérsela, con peladillas y todo.

En cambio, el escritor austriaco Peter Handke siempre me ha caído bien. Su mirada es directa y dice las cosas como las piensa, sin paños calientes. De hecho, durante varios años, ha sido un firme candidato al Premio Nobel, estando a punto de ser nomiando repetidas veces. Pero su posición de defensa de la causa serbia le ha granjeado muchas enemistades, hasta el punto de haberse desencadenado una auténtica caza de brujas contra su persona. Y lo que es más doloroso, se trata de enemistades políticas, como acusan dos miembros del jurado que han dimitido por presiones. Nadie puede refutar su genio literario, pero se le ningunea porque no mantiene la opinión oficial y es capaz de llevar la contraria al poder. Muchos críticos se han lanzado en su contra azuzados por intereses ajenos a la literatura. Y esto sí, esto me parece muy triste.

Vamos, que observando el proceder de ciertos políticos e intelestuales acaba por vérseles el plumero. ¿Cómo pueden justificar que se le de a alguien un premio y a renglón seguido, sin que suceda nada más, se le niegue arguyendo que no merece tal honor? ¿No suena todo esto a presiones externas, a sistema podrido? Dado el fervor que algunos popes del bien pensar ponen en aplastar a todo el que no comulga con ellos, tan sólo se me ocurre una cosa.

Mandarles a freir espárragos.

domingo, junio 04, 2006

Silencio de Dios


En estos días mucho se ha hablado, paradójicamente, del silencio de Dios. El mismo Papa abrió la caja de los truenos con su parlamento en el campo de exterminio de Auschwitz. ¿Cómo es posible que la Bondad Divina tolerara las atrocidades de los nazis? ¿A qué es debido este silencio divino? Un problema teológico que ha atormentado a muchos, aunque sea ahora cuando ve la luz. Echemos una ojeada al tema.

Según algunos católicos, si Dios permaneció silencioso durante los peores crímenes contra la Humanidad, es debido a que demasiados hombres permanecieron igualmente silenciosos. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Así tenemos la figura de un Dios prudente que sólo se pronuncia cuando la mayoría de seres humanos se pronuncian también. Vamos, que no se moja y cual monarca de turno, sólo mueve ficha por "clamor popular". Aviados estamos.

Pero como apuntan algunos, si convertimos la masacre de Auschwitz en un problema teológico, corremos el riesgo de distraer la atención. El problema, la responsabilidad de lo ocurrido, es de los hombres y de su libre albedrío. Nada del debate puede ocultar el hecho de que fueron unos monstruos con rostro humano los perpetradores del holocausto. Y que ellos tiene la responsabilidad... ellos y los que les dejaron hacer, callando y mirando hacia otra parte.

¿Por qué el Papa se pregunta sobre el silencio de Dios y no inquiere sobre el silencio de Pio XII? Después de la guerra, dentro del pensamiento de los teólogos surgió lo que se ha denominado Theologie nach Auschwitz (teología despùés de Auschwitz o del holocausto). Muchos rabinos explicaban este misterioso eclipse divino, la ausencia de Dios en la Historia, como un precio que pagar por el libre albedrío o un castigo divino por rpesuntos pecados del Pueblo Elegido. No es de extrañar, pues, que muchos judíos perdieran la fe, sosteniendo que dios no había dicho nada porque sencillamente no existía.

El filósofo alemán Karl Jaspers señaló los cuatro tipos de culpa en los que habían incurrido los alemanes. La culpa metafísica la comenten quienes "toleran atrocidades infligidas a un semejante sin hacer nada para impedirlas". Me suena, me suena. Dicha culpa no ha sido patrimonio exclusivo del pueblo alemán, desde luego.

Ahora que tan de moda está ver vídeos con las matanzas de inocentes, mujeres, y niños, por soldados de EE.UU. en Iraq, uno se plantea si la culpa metafísica no nos está ahogando a todos. Y es que holocaustos hay en cada esquina. Mientras hablamos de los pasados, nadie hace nada para corregir los presentes y evitar los futuros.

No pasa nada, sigamos preguntándonos por qué no habla Dios y mientras tanto demejos a los hombres actuar a su antojo. Homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre).

Silencio de Dios.

Te alabamos Señor.

viernes, junio 02, 2006

De guardias, chuchos y tragos


¡Ya están aquíííí! Cual modernos extraterrestres, han llegado. Y al igual que en la peli donde una niña repipi avisaba, también hay gente que les eperaba y nos advierte de su llegada. ¿Quienes son estos recién llegados? No podía ser nadie más: es la Guardia Civil. Su despliegue llenará de tranquilidad los corazones trémulos de muchos propietarios de chalets y adosados en Catalunya, se llamen o no Jordi como en la canción de la Trinca. ¿O tal vez no?

Recuerdo la anécdota leída en el excelente libro “Un cine para el cadalso”, de Román Gubern, cuando no sé en qué película de los años del franquismo un personaje tenía que huír de noche y un guardia civil disparaba sin alcanzarle. El censor de turno cortó ese momento, arguyendo que... “la Guardia Civil jamás yerra el disparo”. Tuvo que cambiarse la escena, haciendo que el guardia civil tropezara sin poder apuntar bien ... ¡y así y todo hería al escapado! Bueno, parece ser que algunos miembros de este cuerpo han vuelto a tropezar.

Leo, releo y me troncho. Veinticinco agentes en prácticas de la Benemérita han aterrizado en el viejo cuartel de la Guardia Civil de Vilanova i la Geltrú. ¿Su misión? Dada la “alarma social” han de Proteger a los Honestos Empresarios de Sitges y Sant Pere de Ribes, quienes se han visto robados en sus opulentos chalets. Hasta aquí todo normal, pero...

Resulta que los agentes no tienen suficientes vehículos para patrullar, y los que tienen se hallan “muy deteriorados” (sic). ¡Toma del frasco! Es tal la falta de medios que hasta han de montar guardia tres agentes, tres, sólo para contestar el teléfono. Así al menos hacen algo. Con unos recursos dignos de un país tercermundista parece ser que su simple presencia, aunque sea a pie o en patinete, ya ha servido para calmar los ánimos.

Y es que ya se sabe: La Guardia Civil jamás yerra el disparo. Pues qué bien.

Pero no todo va a ser dispositivo policial, que la judicatura también se ha puesto las pilas. Así vuelvo a leer y vuelvo a carcajearme. La Audiencia de Barcelona, inflexible con los criminales, ha aumentado su rigor. Nada de paños calientes, la ley se ha de cumplir al pie de la letra. ¿Purebas? Ahí va una: Acaban de negar a un ex marido el régimen de visitas establecido para poder visitar... ¡a su perro!

En efecto, la sección duodécima de la Audiencia de Barcelona ha hecho público un auto donde anula el anterior acuerdo entre una pareja separada. Al parecer, hasta la fecha él podía ir de visita a casa de ella para ver al perro. Ahora ya no, la ley se lo prohibe. Dolorosa separación la suya, se quedó sin poder ver más al chucho. ¿Se acordará éste de quién era su amo o se dejará acariciar por manos desconocidas? Cruel duda que asaltará al pobre hombre, convirtiendo cada momento lejos de la mascota en un suplicio.

Y es que los jueces, cuando se lo proponen, hacen cumplir la ley a rajatabla. ¡Avisados quedan los facinerosos! No habrá piedad.

Pero como todo esto de la ley resulta muy árido, expliquemos algo más cultural de cara al fin de semana. Hablemos de libros. Un periodista inglés acaba de publicar un ensayo muy interesante: “La historia del mundo en seis tragos”, editado por Debate. Tom Standage, así se llama el pájaro, y poca broma que es redactor jefe de The Economist, ha dividido la historia de la humanidad en varias eras que se representan según la bebida favorita de la época.

La primera gran bebida, que surgío de Mesopotamia fruto (nunca mejor dicho) de la agricultura, fue la cerveza. De allí se extendería a Egipto, hasta el extremo que los propios trabajadores de las pirámides eran pagados con esa bebida. ¡Menudas juergas!

El pensamiento occidental nace en Grecia, pero es gracias al vino, como ya señala Platón en algún escrito suyo. Un efecto que continuaría en Roma con sus bacanales. Luego llegaría el colonialismo y la época de la esclavitud, donde las bebidas destiladas serían materia prima para negociar e intercambiar. ¿Quién no recuerda los viejos piratas, los marinos o los esclavistas metíendose en el gaznate lingotazos de ron?

Por fín llega el progreso y el café se convierte en esa bebida que fomenta los debates en la Ilustración, mantiene las tertulias y a la vez estimula el intelecto. Como buen británico, el autor no puede olvidarse del té, al que da la importancia de unificar el Imperio Británico siendo la bebida oficial en todos sus dominios.

¿Y cuál es la bebida de este mundo globalizado, la que nos muestra el modelo de sociedad actual y tiene la chispa que precisamos? ¡Sí señor! No podía ser otra. Es la Coca Cola, la bebida mundial por excelencia en la actualidad.

Bien, si toda la evolución de la humanidad sólo ha servido para ir desde la cerveza a la Coca Cola.... apaga y vámonos.

Visto lo visto, no me extraña que venga la Guardia Civil... aunque sea en patinete.

jueves, junio 01, 2006

El azar y la miseria


Leo que al escritor Paul Auster le han otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Este americano que triunfa en Europa, cual Woody Allen de la literatura, es sin duda el Rey del Azar. Ha sabido impulsar de nuevo la novela, sin duda agotada, hacia otro renacimiento. En sus historias el azar, la casualidad que acecha en cada esquina, siempre tiene un protagonismo preferente. Realidad y fantasía se dan de la mano, lo inesperado azota el día a día cotidiano, rompiéndolo en pedazos, demostrando que cualquier cosa es posible.

Lo que me maravilla de Auster no sólo es su prosa fluida, también su compromiso político, ese decir no a la guerra de Iraq, a su propio gobierno. Ensayista, guionista de cine (me encantó "Smoke"), metido a director... Realmente hoy en día un artista ha de ser polifacético (en realidad siempre ha tenido que ser así, no se puede llamar de esa forma a nuestros Alfonso Paso particulares). Lo que sí resulta azaroso es que, después del éxito, Auster todavía no haya vendido su alma. Un aplauso para él.

Que el azar juega un papel importante en nuestro mundo lo demustra el último descubrimiento científico. Ahora, mira por dónde, sabemos que en el Ártico existió todo un clima tropical. En efecto, hace millones de años había palmeras en el Polo Norte. Así se desprende de los sedimentos oceánicos que una expedición internacional ha extraído de la cordillera submarina de Lomonosov, a más de mil metros bajo las aguas (o el hielo) del Polo. En resumen, ahora resulta que hace 55 millones de años existía en la tierra un efecto invernadero mucho más duro que el actual. Y nadie sabe cómo ni por qué.

Todos los modelos prospectivos actuales se han vuelto obsoletos. Hace 50 millones de años las aguas del Ártico tenían unos 23 grados de temperatura, lo cual indica que todo el planeta era una enorme sauna. Los primeros icebergs surgieron 5 millones de años más tarde. ¿Por qué se produjeron estos cambios? A tenor de lo descubierto, es posible que el calentamiento futuro también sea mucho peor de lo esperado. Nadie sabe nada, nos han cogido con el paso cambiado. El azar, de nuevo.

Pero más bien es la miseria lo que ha estallado en otros lugares. Leemos que muchos de los supervivientes del seísmo en Java tan sólo se alimentan de tallos y hojas. La burocracia, la maldita burocracia, ha logrado que la ayuda humanitaria siga sin llegar hasta los afectados. Una falta de coordinación que obliga a semejante dieta a los habitantes de ciertas zonas, como el distrito de Bantul con poblaciones como Panjangrejo. Para ellos no hay ni comida ni agua, sólo raíces de plantas que han de hervir para poder masticar mejor. El pillaje se ha enseñoreado de la zona y todos esperan la llegada de comida mientras la gente sigue muriéndose.

Claro que si temenos en cuenta que ya, ¡YA!, dos terceras partes de la población mundial (mal)vive en zonas urbanas y no rurales, todo se explica mejor. Según la ONU el fenómeno de las slum cities ya es toda una dolorosa realidad. Africa y China son las dos regiones del mundo donde se ha masificado este proceso. Slum cities viene a significar "ciudades de chabolas". Africa Occidental es un doloroso ejemplo. Se han creado casi de la nada enormes ciudades, muchas incluso sin nombre, sin servicios básicos, tan sólo como lugares de hacinamiento para seres humanos, quienes malviven como pueden en sus ¿calles?

Esto sí que es globalización y no lo otro. Depende del país se llamarán favelas, como en Brasil, villas miseria en Argentina, colonias populares en México, barrios subnormales en Colombia, gececondus en Turquía o bidovilles en el África Occidental. Pero al margen de sus distintos calificativos, todas son iguales. Chabolas mal constuídas sin los servicios básicos de agua, luz o gas, pequeñas, donde se hacinan demasiadas personas a la vez. Y su cifra crece a un ritmo alarmante. Se calcula que pueden duplicarse en tan sólo veinte años. ¿Resulta tan extraño que sus moradores se arriesguen a navegar en pateras hacia nuestras costas?

Y no sólo es la miseria. Las mismas guerras obligan a mucha gente a emigrar hacia las ciudades, como sucede en Afganistán o Etiopía. Pero estas urbes no pueden mantener a semejante masa y crecen descontroladas, chamizo contra chamizo.. Pillaje, plagas y enfermedades, hambruna, triste destino el que se ofrece.

Y así nuestro futuro se ve hipotecado por dos grandes males.

El azar y la miseria.