¿Grandes Películas, he dicho?
No nos engañemos, el cine 3D existe desde hace bastante tiempo. El problema era que hasta la fecha nunca había llamado la atención ni del Gran Público ni de la mayoría de los grandes directores. Costoso, artificioso y engorroso de ver, era más bien una "virguería" técnica destinada a algunos documentales en el Imax de turno. En mi opinión, el gran problema del 3D es que no aporta nada nuevo al cine. Más bien al contrario, lo limita y constriñe. Paradójicamente, al alcanzar mayor realismo en las secuencias, pierde fuerza al negar a las imágenes un nivel de complejidad más profundo. Lo que vemos en 3D trata de ser la realidad, no hay segundas lecturas posibles... al menos por ahora.
Un ejemplo: la famosa y bella elipsis de "2001" de Kubrick, cuando el hueso lanzado al aire por un humanoide antepasado nuestro se transforma en una nave espacial a ritmo de Strauss, ¿cómo hubiera quedado en 3D? La escritura interna del film sería diferente, sin metáforas tan bellas, no requiriendo tanto la complicidad del espectador para entender-interpretar ciertas escenas. Todo sería mucho más lineal, más pobre a pesar del (supuesto) avance técnico.
Y es que el cine, el buen cine, también es arte. Cuanto más domado y masticado se nos presenta, tal vez sea más fiel a la realidad, pero también será menos artístico. Podremos tener la sensación de estar atravesando el escenario, de que los actores y los objetos se nos acercan, casi nos tocan. ¿Y eso dónde nos deja? Parece que estemos atravesando el Pasaje del Terror en una feria y nos hayamos subido a una montaña rusa. Todo técnicamente admirable, sin duda. Pero me temo que con ello se acabó el arte. Será puro y duro entretenimiento, nada más. Una simbiosis entre el videojuego y el parque de atracciones. O sea, cine palomitero.
Nada que objetar, desde luego. Pero el cine como arte es otra cosa. Lo malo es cuando se considera el cine como un negocio, que lo es. Así las productoras enfocan sus películas a un público infantil (y muchas veces infantilizado). Películas simples con guiones de casi encefalograma plano y con grandes dosis de animación (sin duda el cine del futuro prescindirá de actores y sus personajes será creados por ordenador). Pero una animación, me temo, muy alejada de historias impactantes como la admirable Vals con Bashir.
Conclusíon: me temo que el 3D ha desterrado al arte del cine. Y si no, al tiempo.

Nada de obras ejemplares, ni títulos ilustres o de autores consagrados. Sexo, fotos y chapuzas junto a los vampirillos de turno. Pa mear y no echar gota, vamos.
O sea, que la Tecnología sí que imita a la Vida: le importa un bledo el Arte.
Otro día nos extenderemos más en el tema. Lo merece, por desgracia.