Era de esperar. Como en la excelente segunda película de Star Wars (la única en toda la serie que merece semejante calificativo), podemos decir que "la Industria contraataca". Hartas las Grandes Productoras de "ganar menos" a cuenta de los pirateos de sus cintas, se han lanzado de brazos abiertos hacie el 3D. El cine palomitero ha de reverdecer laureles, dado que a partir de ahora se precisará de un sofisticado sistema, gafas incluidas y previo pase por taquilla, para visionar las Grandes Películas made in Hollywood. Toda la espectacularidad del sistema, por ahora, sólo es posible en las salas distrribuidoras. De momento, pues la técnica siempre avanza. Sin duda no tardará mucho en poder verse el 3D desde casa.
¿Grandes Películas, he dicho?
No nos engañemos, el cine 3D existe desde hace bastante tiempo. El problema era que hasta la fecha nunca había llamado la atención ni del Gran Público ni de la mayoría de los grandes directores. Costoso, artificioso y engorroso de ver, era más bien una "virguería" técnica destinada a algunos documentales en el Imax de turno. En mi opinión, el gran problema del 3D es que no aporta nada nuevo al cine. Más bien al contrario, lo limita y constriñe. Paradójicamente, al alcanzar mayor realismo en las secuencias, pierde fuerza al negar a las imágenes un nivel de complejidad más profundo. Lo que vemos en 3D trata de ser la realidad, no hay segundas lecturas posibles... al menos por ahora.
Un ejemplo: la famosa y bella elipsis de "2001" de Kubrick, cuando el hueso lanzado al aire por un humanoide antepasado nuestro se transforma en una nave espacial a ritmo de Strauss, ¿cómo hubiera quedado en 3D? La escritura interna del film sería diferente, sin metáforas tan bellas, no requiriendo tanto la complicidad del espectador para entender-interpretar ciertas escenas. Todo sería mucho más lineal, más pobre a pesar del (supuesto) avance técnico.
Y es que el cine, el buen cine, también es arte. Cuanto más domado y masticado se nos presenta, tal vez sea más fiel a la realidad, pero también será menos artístico. Podremos tener la sensación de estar atravesando el escenario, de que los actores y los objetos se nos acercan, casi nos tocan. ¿Y eso dónde nos deja? Parece que estemos atravesando el Pasaje del Terror en una feria y nos hayamos subido a una montaña rusa. Todo técnicamente admirable, sin duda. Pero me temo que con ello se acabó el arte. Será puro y duro entretenimiento, nada más. Una simbiosis entre el videojuego y el parque de atracciones. O sea, cine palomitero.
Nada que objetar, desde luego. Pero el cine como arte es otra cosa. Lo malo es cuando se considera el cine como un negocio, que lo es. Así las productoras enfocan sus películas a un público infantil (y muchas veces infantilizado). Películas simples con guiones de casi encefalograma plano y con grandes dosis de animación (sin duda el cine del futuro prescindirá de actores y sus personajes será creados por ordenador). Pero una animación, me temo, muy alejada de historias impactantes como la admirable Vals con Bashir.
Conclusíon: me temo que el 3D ha desterrado al arte del cine. Y si no, al tiempo.
Claro que no es cine todo lo que reluce. También la literatura padece su estigma. El e-book ha llegado, y con semejante artefacto también ha irrumpido con fuerza el pirateo de libros por Internet. Pero que no cunda el pánico. La primera lista de los libros más pirateados en el 2009 es muy indicativa de por dónde van los tiros. Resulta que los hackers de las letras se interesan más por... ¡el Kamasutra! Era de esperar, claro. Así, en los diez primeros puestos del pirateo literario nos encontramos principalmente con libros eróticos, de photoshop, bricolage y... ¡la serie "Crepúsculo"!
Nada de obras ejemplares, ni títulos ilustres o de autores consagrados. Sexo, fotos y chapuzas junto a los vampirillos de turno. Pa mear y no echar gota, vamos.
O sea, que la Tecnología sí que imita a la Vida: le importa un bledo el Arte.
Otro día nos extenderemos más en el tema. Lo merece, por desgracia.
2 comentarios:
No me mola nada el 3D, lo reconozco, así que, ya no sólo por el asunto del arte cinematográfico, también por respeto a los que queremos salir del cine sin dolor de cabeza, en el futuro debería poder verse cualquier película en el formato deseado... en fin, en fin, preocupada me deja lo que dices.
En cuanto a los e-Book, ¡menudo fiasco! Este año los reyes me han traido un aparatito para leer libros electrónicos (no diré marca, aunque, creo, es la más extendida a día de hoy), y... madre mía, la cosa está en pañales pero incluso a niveles que no esperaba... no sólo se me hace muy cuesta arriba esperar el tiempo que tarda en pasar página, es que el cacharro se bloquea más de vez en cuando de lo esperado y, en cuanto a los libros, pues eso, si quieres ser legal y leer en español, o lees clásicos de toda la vida, o poca chicha hay. Madre, qué confundida estaba con esto... qué decepción.
Besos en 3D, ¡ay!
¡Hombre Pily, tú siempre a la cabeza de la moda! :-)
Pero me temo que el 3D y los e-book aún están en pañales... y eso que ambos sistemas hace años que existen. Pero para que una tecnología se desarrolle hace falta dos cosas: 1) que el público la quiera y 2) que las empresas "hagan" que el público la quiera... Vale, con el punto 2 es suficiente, jejeje.
Hasta que los potentados no vean el negocio en desarrollar la Cosa, ésta no evolucionará demasiado. Y ahora parece que sí, que lo han visto...
Aunque todavía tendremos que esperar algún tiempo, me temo. De momento son simples tanteos para perfilar el asunto.
Así que de momento mejor ver el buen cine en pantalla tradicional, así como leer los buenos libros en papel (reciclado o no).
Besos en tablet ;-)
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