Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

sábado, febrero 24, 2007

Cocaína y otros monos


Un par de noticias (entre otras muchas) me ha impactado estos días. La primera va de chimpancés. Parece ser que en el Senegal se ha descubierto una comunidad de estos primates, los cuales saben fabricar y utilizar armas para cazar a sus presas. ¿Cómo os ha quedado el cuerpo?
La cosa, básicamente, va de confeccionar unas lanzas todo lo rudimentarias que se quiera, pero lanzas al fin y al cabo. Los chimpancés primero seleccionan ciertas ramas, las cuales deshojan y dan punta a sus extremos a base de mordiscos. Cuando la cosa ya pincha lo suyo, la utilizan para clavarla en los huecos de los árboles, las guaridas donde duermen sus presas. Éstas son gálagos, otros primates más pequeños que son asaeteados cual pinchitos morunos mientras duermen. Y ya se tiene comida, mira por dónde.
¿Qué conclusión sacamos de todo esto? Pues muy fácil: la construcción y utilización de armas no nos hace más sabios ni nos aleja lo más mínimo del reino animal. Seguimos siendo primates y como tal nos comportamos. Así pues menos lobos.
La otra noticia que me ha dejado patidifuso es descubrir que Ya Hay Una Vacuna Contra La Cocaína. O casi...
Parece ser que un grupo de investigadores de la Universidad de Yale ha descubierto un compuesto que, inyectado en la sangre, anula los efectos psicoactivos de la cocaína y la vuelve inocua. Los anticuerpos que genera el compuesto capturan esta droga en la sangre, evitando que traspasen la barrera hematoencefálica. Para los menos avispados: que no llegue al cerebro. De esta forma el organismo elimina la sustancia de "forma natural" (supongo que meando) y el sujeto ni se entera. Algo parecido a lo que hoy en día ya se hace con la metadona para contrarrestar los efectos de la heroína.
El problema, como siempre, es cómo utilizar esta "vacuna". Ya se alzan voces en EE.UU. que aconsejan vacunar a todos los jóvenes como medida preventiva, evitando que sientan los efectos de la droga si deciden probarla. O sea, que ni darles opción les dejan... ¡Viva la libertad! Otro peligro radica en que, atenuados los efectos, la gente empiece a consumir cocaína en grandes cantidades. Pues me parece a mí que la mejor forma de evitar la drogadicción está en la pedagogía y no en las vacunas. Quien no quiera desintoxicarse no creo que así lo deje.
De nuevo volvemos al Gran Hermano. Ahora, desde que los humanos dejamos de ser adláteres de los chimpancés, ya no hacemos lanzas con las ramas. Más bien creamos vacunas y las inyectamos en quienes no piensan como nosotros. Ellos son ahora las nuevas presas: de la sinrazón, la estupidez y las ideas reaccionarias. Casi mejor volver a los árboles...
Pero como estamos de finde y el tema se presta, nada mejor como un tubi-tubi sobre el tema... musicalmente hablando. ¿Qué mejor que escuchar el "Cocaine" rasgueado por la guitarra de Eric Clapton? Ale, a disfrutarlo:


Y como no podemos olvidar al Gran Maestro y Creador, mi idolatrado J.J.Cale, hé aquí su versión original, al menos la canción. Aunque las imágenes tienen un algo de porreta, ¿no os parece? C'est pas mal, que dirían los franceses.

martes, febrero 20, 2007

Precios y consumo



Pues ya tenemos nuevo invento. El Polymer Vision, un nuevo intento de las compañías para revitalizar el e-book. Y la cosa esta vez no ha salido del todo mal, la verdad.

Presentado en la 3GSM, la Feria de Telefonía Móvil que ha tenido lugar en Barcelona, resulta un aparatito curiosón curiosón. Su pantalla de polímero es enrollable, tiene el tamaño de un libro de bolsillo, cambia el contenido de la página de forma fácil, puede aumentar la letra para leer con comodidad, no precisa de retroiluminación como los móviles o los pdas, también reproduce música y permite navegar por internet recibiendo correo. Además, se asegura que dentro de poco hasta reproducirá vídeos con nitidez y encima tiene una autonomía de.... ¡diez días! Pues me parece a mí que los libros tradicionales han encontrado al fin un rival a su altura. Y sólo es el comienzo...

Con tanta maravilla, no es de extrañar que el Instituto Nacional de Estadística haya decidido retocar la lista con la que se confecciona el índice del IPC, unos 491 artículos de consumo, algunos de los cuales se habían quedado un tanto desfasados. Así ahora, para saber el precio de la Cesta de la Compra y calcular la inflación anual que nos azota el bolsillo, se toma en cuenta lo que cuestan cosas tan variopintas como la cirugía estética, las operaciones de miopía, la homeopatía o la fisioterapia. Que en este país todos y todas quieren ser guapetones...

En cambio, las reparaciones de muchos electrodomésticos se han caído de la lista, ya que hoy en día nadie repara nada. Si un cacharro se avería, va a parar directamente a la basura y se compra otro más nuevo y con mayores prestaciones. ¡Viva la sociedad del consumo!

Dentro de poco podremos leer en nuestro libro-periódico electrónico, mientras viajamos en el metro para sellar en el INEM, cómo sube el IPC cuando la compra de parcelas en la Luna se generalice entre la clase media. Que no digan que no semos modelnos...

Faltaría más.

jueves, febrero 15, 2007

Guarderías y Teleñecos

Parece mentira, pero al final se le ha ocurrido a un empresario. El hecho de que el hombre sea austriaco (patria de Hitler) puede que no tenga nada que ver, pero da qué pensar...

Me explico: el halcón empresarial de los negocios Andreas Stadlbauer, gran fabricante de juguetes, ha puesto en marcha estas pasadas navidades un experimento de los denominados sociales.

La cosa consistía en la creación de guarderías gratuitas en la ciudad de Salzburgo. ¿Dónde está la novedad? En que semejantes guarderías no eran para niños, sino para hombres.

No es ninguna tontería el invento. Imagináos, sufridos varones que me leéis, la satisfacción que resultará ir con la pareja a un centro comercial de esos que tanto abundan para asistir al rito sacrosanto de las Compras de Rebajas. ¡Se acabó el seguirla a ella de tienda en tienda como un perro apaleado! Nuestra querida media naranja nos dejará depositados en el moderno jardín de adultos mientras se dedica durante horas a probarse y comprar modelitos u otras chucherías. Nosotros, mientras tanto, tendremos a nuestra disposición un amplio surtido de bebidas, videojuegos, revistas de tipo Playboy o de coches, incluso algún diario. Estaremos bien aparcados, no molestaremos y de paso también consumiremos.

Ha sido tal el éxito del invento que ya se está exportando a otras ciudades austriacas. Se calcula que unos 1.500 hombrecitos pasaron por la guardería para varones. Dicen los promotores que esto permite "rescatar al niño que hay en cada hombre" a la vez que se da libertad a las mujeres "para sus aficiones".

Confieso que soy rarito, es un secreto a voces, pero semejante idea me da asco. Vamos, que me retrotrae a la infancia cuando, inocentes, jugábamos a las cocinitas. Los niños de mariditos y las niñas de mujeres-criadas. Cada cual en sus labores, como ahora: los hombres a pasar el rato entre copas y las mujeres "de tiendas". ¿De verdad estamos en el siglo XXI?

Pero no sé por qué me sorprendo. Los clichés siempre están ahí y la pátina de la costumbre los anquilosa más. No nos damos cuenta y ya nos están cambiando la realidad, dulcificándola y domesticándola a su manera. Un ejemplo que me ha salido al paso: La celebérrima canción Mahna-Mahna. Seguro que todos os acordáis de ella, y seguro que la recordáis por la popularidad que experimentó en su día cantada por los Teleñecos: "Mahna, mahna, bap bap baraba...." Más o menos, que yo soy muy malo cantando...

Uno que ya peina canas recuerda una película (bastante mala, todo hay que decirlo) titulada "Suecia, infierno y paraíso", rodada en el año 1968 aunque aquí, con la censura, llegó mucho más tarde con una aureola tremenda (chicas con las tetas al aire, intercambios de parejas, sex-shops, el paraíso sexual sueco, ahí es nada). La cuestíon es que en una escena del film salía todo un grupo de suecas en pelotas, correteando por la nieve al ritmo de una pegadiza canción: el famoso Mahna Mahna.

En efecto, la composición es de Piero Umiliani, un músico florentino que siempre se sintió atraído por el jazz y destacó como compositor de bandas sonoras para el cine. Resulta curioso que su obra más célebre fuera concebida para un film erótico y acabara de pieza básica en los familiaresTeleñecos...

Claro que si ahora un hombre puede ser dejado en una guardería mientras ojea el Playboy... Cualquier cosa es posible.

Sea como fuere, he aquí mi pequeño homenaje al Primer Gran Meme Musical, versión infantil, desde luego...

jueves, febrero 08, 2007

La ínsula de Barataria


Parece mentira, pero ahora toda la culpa la tendrá una mísera ínsula. Y todavía más pequeña que aquella donde Sancho Panza hizo de gobernador, mostrándonos que a veces el sentido común es el menos común de los sentidos.
Por supuesto no hablo de un lugar geográfico. En realidad me estoy refiriendo a una región del cerebro que tiene el tamaño de una moneda, y que cada cual piense en el valor que desee, no reparemos en gastos. Desde un céntimo hasta dos euros, ale.
La cosa va de que los médicos en general (y tal vez algún House en particular) se habían extrañado al notar que ciertos pacientes dejaban de sentir de golpe y porrazo el deseo irrefrenable de fumar, dejando de hacerlo en el acto. La mayoría de la gente que sufría un accidente cerebrovascular en cierto sector del cerebro, la dichosa ínsula de marras, de la noche a la mañana perdía todo interés a lo de darle caladas al pitillo.
Los investigadores, esa raza tan extraña, empezaron a realizar las consabidas estadísticas y el resultado fue pasmoso. La conclusión es que cierta diminuta ínsula cerebral parece ser un punto crítico que estimula la adicción a la nicotina. Este sector del cerebro ha sido asociado durante años a los sentimientos y a las emociones, pero ahora resulta que puede también estar ligado a las adicciones que sufrimos.
Claro que someterse a una extirpación cerebrovascular o provocar un derrame es algo muy bestia, aunque sea para curar la dependencia al tabaco. Pero ahora que se conoce la zona no se descarta la creación de algún tipo de droga que actúe sobre la ínsula, suprimiendo el deseo de fumar. O el deseo a otras sustancias igualmente drogodependientes, como pueda ser el alcohol.
O sea, que para dejar una droga habrá que consumir otra.
Y ya puestos, ¿dónde está el freno? Tal vez incluso nos inyecten una sustancia que estimule la felicidad, ¿por qué no? De hecho, no podía ser de otra forma, una nueva investigación demuestra algo increíble: el dinero no da la felicidad. ¡Quién lo iba a decir!
Según parece, una encuesta en la Universidad de Harvard ha demostrado entre otras cosas que la mayoría de estudiantes prefiere ganar menos dinero siempre que no haya grandes diferencias con sus compañeros, antes que ganar mucho pero que los demás les superen con creces. El ejemplo más palpable es el de los medallistas olímpicos: los ganadores del bronce son más felices que los que se llevan la plata. Unos están contentos con haber llegado al podio por encima del resto, mientras que los otros se desesperan por no haber sido los primeros. De igual forma, los alemanes del Este eran más felices antes de la unificación, pues se comparaban con el resto de países ex comunistas. Ahora, en cambio, envidian a sus paisanos más ricos.
Todas estas verdades de perogrullo han llevado a un estudio serio donde se afirma que a partir de un nivel de renta fijo (11.500 euros al año), teniendo las necesidades básicas cubiertas, el nivel de felicidad no aumenta al ganar más dinero. La conclusión de la Cosa es que ganar a la lotería no nos hará más felices. Pues vaya, pues muy bien. Que me den a mí el premio, yo me sacrifico para que todos seáis más felices...
Desde luego, estamos viviendo en la ínsula de Barataria.

miércoles, febrero 07, 2007

Todos contra Darwin



Eramos pocos y parió la abuela... No era suficiente con los ataques sistemáticos a la Teoría de la Evolución de los creacionistas cristianos que desbarran en EE.UU. Ahora resulta que los islamistas integristas también se han subido al carro.

Al parecer los institutos franceses han recibido un envío masivo de libros de texto donde se ataca a Darwin. En España todavía no ha habido casos, nadie ni loco nos mandaría tomos impresos. Supongo que porque hasta los islamistas saben que aquí no lee ni Dios. Ya nos llegará la película cuando la hagan...

El caso es que el libro en cuestión, bajo el apabullante título de El Atlas de la Creación, es un señor tocho de 770 páginas, que además ha sido encuadernado e ilustrado con gran lujo. Vamos, que semejante tirada cuesta un pastón. Su autor es un turco creacionista llamado Adnan Oktar que lo firma bajo seudónimo (Harun Yahya), pero lo que no queda claro es quién ha financiado semejante dispendio. Lo único cierto es que se basa en el Corán y denuncia "la impostura de los evolucionistas", afirmando que tanto el hombre como los animales ya fueron creados tal cual.

Vaya, los extremos se tocan. ¿Qué más da ser integrista islámico que integrista cristiano? Yo no veo diferencia alguna entre ambos, máxime cuando en semejante libro se sostiene que hay vínculos ocultos entre el darwinismo y otras ideologías perniciosas como "el fascismo y el comunismo" (sic). ¡Si parece una obra franquista! Así nos enteramos que "quienes perpetúan el terror en el mundo son en realidad los darwinistas" y que es el darwinismo "la única filosofía que valoriza y alienta el conflicto". Y todo ello explicado bajo una foto del 1-s, para que no haya duda.

No, si a este paso todavía veremos una coalición formada por los ejércitos de EE.UU e Iran, con los talibanes haciendo de brigadistas internacionales, que luchará en todo el mundo para derrocar a los "malvados darwinistas", verdadero y único Eje del Mal que asola el planeta.

Me temo que para muchos "poderosos" el verdadero terrorismo ha sido, es y será el libre pensamiento. Cuestionar la religión, pasar de libros sagrados, eso sí es un auténtico crimen.

Pues nada, sigamos así. No cuestionemos la Palabra Divina. Gastemos el dinero a manos llenas en propagandas engañosas, estigmaticemos a la ciencia y volvamos al Pensamiento Único. Sobre todo no busquemos explicaciones en la Naturaleza y aceptemos los escritos de la Biblia y el Corán como único dogma de fe.

Yihad o Cruzada, ¿qué más da? Sigamos la doctrina.

¡Todos contra Darwin!

El corazón del astronauta


Parece ser que, incluso saliendo al espacio, los humanos continuamos siendo humanos. Igual de estúpidos, igual de vehementes. Sólo así se explica que hayan detenido a Lisa Nowak, astronauta de la NASA, acusada de intento de homicidio.
De nada ha servido que Lisa pasara un riguroso control de selección antes de ser aceptada como astronauta. Se suponía que era poco menos que una superwoman, capaz de afrontar las tesituras más difíciles con aplomo. Pues no. Los celos han podido con ella y al parecer ha recorrido la friolera de 1.500 kilómetros en coche para intentar cargarse a la nueva amante de su colega, el también astronauta (y conquistador) William Oefelein. El historial brillante e impoluto de ella no ha evitado una actuación digna de la peor de las telenovelas.
Cualquier ser humano puede sucumbir ante los envates de una pasión descontrolada. No importa que seamos arquitectos, médicos o astronautas. Todos podemos cometer tonterías, para eso no hace falta estudios. Yo al menos me alegro como lector y escritor, pues puedo pensar en novelas de ciencia ficción donde el componente psicológico y pasional, aún en las profundidades del espacio, seguirá teniendo un buen leit motive.
¡Que caramba! Me ha encantado descubrir el corazón del astronauta.

sábado, febrero 03, 2007

Cuando la luz es oscuridad


Estos días se ha hablado mucho del cambio climático y del apagón. O sea, la protesta más o menos global contra el calentamiento del planeta. La cosa iba de apagar todas las luces durante cinco minutos el jueves 1 de Febrero. Desde las 19,55 hasta las 20,00 horas. Un visto y no visto, vamos.
Un servidor lo hizo y no fue el único. Dicen los entendidos que sólo en Catalunya se ahorró un montón de energía, sobre un 3,3 % de la demanda habitual. Unos mil megavatios (lo que serían unos 20 millones de bombillas) y que es, sin ir más lejos, lo que gasta toda la comarca del Barcelonés durante un mes normal. Pero lo malo es que según informes científicos que tienen pinta de ser serios, somos los seres humanos quienes estamos destruyendo el planeta.
El informe oficial que han confeccionado los expertos de la ONU no tiene vuelta de hoja. Nos estamos cargando el planeta a pasos agigantados. El Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático, tras seis años de arduos trabajos, confirma que las emisiones de gases por quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) está distorsinanto el clima y aumentando la temperatura mundial de forma exagerada.
Leo que ya la empresa Exxon ofrece una recompensa muy jugosa a cualquier científico que presente un contrainforme donde se desmienta semejante exposición. No me extraña nada de una compañía que, entre otros defectos, aupó con su ayuda desinteresada a Bush como presidente del Imperio del Garrotazo y Tentetieso. Así nos luce el pelo.
Pero no sólo los que actúan de forma descarada son culpables, la situación no es tan sencilla. Pongamos un ejemplo de mal comportamiento generalizado. ¿De qué sirve apagar la luz cinco minutos si luego no actuamos en consecuencia? ¿Nadie recuerda ya que desde más de un mes antes de Navidades se alumbraron las calles de las ciudades en una bacanal de gasto energético a todas luces (valga la redundancia) innecesario? ¡Qué bonito era! Y qué estúpido también.
A este paso los humanos tendremos el ataud más chulo del Universo, con lucecitas y todo. Parecemos no comprender que los recursos del planeta son limitados y los estamos malgastando de forma atolondrada. ¿Para qué sirve tanto adorno y tanta tontería? ¿No es vergonzoso el malgasto energético en simple publicidad mientras hay lugares en el mundo donde millones de personas no tienen luz ni agua potable? ¡Que insentatos, qué insensibles somos todos!
Y es que a veces la luz también puede ser oscuridad.