Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

viernes, agosto 22, 2008

Decíamos ayer...


¡Cuánto tiempo ausentes de este blog, puñeteros! Yo que durante este largo tiempo me he escondido, esperando recibir de mi legión de seguidores un torrente de comunicados capaz de colapsar el servidor, todos mostrando su preocupación y ansiosos ante mi inactividad... y ni caso, como si nada, oyes. Que a nadie le importa un pepino si escribo o no, si pongo paridas en el blog o me la machaco con un ladrillo, tócate los... A excepción, eso sí, de un par de llamadas amigas (tal vez preguntado por el ladrillo, vete a saber) y del bueno de Víctor, que me ha enviado un comentario para regalarme un No Premio (jo, qué rumboso el nene).
Así que, finalmente, se me han hinchado (más todavía) las narices y he vuelto. ¡Ale, a j*d*rs* tocan, desagradecidos! Que no me valoráis nada, caramba.
Tras una épica aventura a través del espacio sideral, montado en un robot de cocina atómico, viajando a la deriva a la búsqueda la de auténtica esencia de la Ciencia Ficción por mundos ajenos, perdido en las insondables simas del vacío más absoluto y con el tícket del aparcamiento agotado, finalmente he regresado a nuestro universo. No más sabio de lo que me fuí, ni siquiera más feliz ni más experimentado. Sólo más cabreado y más viejo. Tal vez más capullo, pero eso es lo que hay, se siente.
En mi ausencia Grandes Cosas han sucedido, increíbles y extrañas: Rodolfo Chiquilicuatre ha ido a Eurovisión y ha sido el intérprete más normal del evento... Luis Aragonés va y gana la Copa de Europa (bueno, sus jugadores que, caramba, no lo han hecho nada mal))... Pa mear y no echar gota. El Estatut de Catalunya parece la Parrala y la carrera presidencial a la Casa Blanca de los Eeuudos esos la han protagonizado una mujer y un negro, aunque ni la una ni el otro lo son tanto, ey. Y no hablamos de la Crisis... Total, que no sé si hago bien volviendo o mejor me largo de nuevo. Me voy al excusado a meditarlo. ya os enteraréis de mi decisión... o no, que por aquí ya no pasa nadie.
Nos leemos... o no.

3 comentarios:

Orfideon dijo...

Vamos, ni se te ocurra volver a dejarnos con dos palmos de narices ahora que has vuelto a enseñar el bigote, ¿o debería decir la perilla? Bueno, da igual. El caso es que te queremos, queremos que sigas por aquí aunque seas más capullo que antes... ¿Más? ¡Joder! Y sí, has dicho varias cosas que en circunstancias normales se merecerían un post, así que tienes trabajo atrasado... Vale, te perdonamos el atrasado, pero sólo si nos cuentas de qué va eso de un robot de cocina atómico, que suena a nueva novela o, en su defecto, a cocinar de una manera más sana y más cómoda.
Bienvenido hijo pródigo.

escritor1 dijo...

Mala hierba nunca muere, chaval...

Anónimo dijo...

Pero qué poca vergüenza tienes!! Ya es hora de que regreses... en cuanto a las llamadas, ¿y qué hay de los SMS o mails, eh? Yo también quería saber cuál era el tamaño de los ladrillos, pero, ni caso, oiga... a no ser que usté haya cambiado de dirección emailiense o de móvil.

En fin, sea como fuere, me alegra que hayas vuelto, y más te vale no volver a irte, porque si hace falta voy a tu pueblo y te devuelvo al mundo blogero aunque sea a puntapiés.

Te he echado de menos, namber güan.

Besillos