Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

sábado, agosto 26, 2006

Manual del ferpecto escribidor



Al hilo de cierta polémica suscitada en las listas de la AEFCFT, una Asociación con casi más letras que socios, y que me perdone el bueno de Víctor por esta inocente "humorada", me ha dado por plantearme algunas cuestiones sobre la labor de escribir. Nada raro en mí, pues soy de tendencia filosófica y siempre estoy divagando.

A raíz de los comentarios leídos y de los intercambios que he mantenido con mi tocayo (a quien felicito por su nuevo blog, ya he colocado un enlace) poco a poco he ido viendo la luz. Bueno y generoso como soy (¡ja!), permitidme que os haga partícipes de mis reflexiones literarias.

No viene a cuento señalar Quién y Cómo ha suscitado mi reacción, bastante publicidad y autobombo ya se hace esta persona ella solita, sin necesidad de ayuda ajena. Además, no se trata de un caso aislado y tampoco me parece mal, si así disfruta la criatura y consigue vender libros. Cada cual es libre de aplicar las técnicas de marketing que crea más convenientes para su caso, no pretendo criticar semejante forma de actuar. Pero me sirve de ejemplo para comprender que incluso entre los/las escritores/as hay diferencias (que no clases, ey). Veamos algunas de ellas.

Así, a grosso modo, yo veo infinidad de matices. Pero todos ellos pueden agruparse en dos tendencias básicas, aunque haya quien esté en la frontera de ambas. A saber: los/las que escriben por el placer de escribir, y los/las que escriben por el placer de ser leídos. ¡Ahí es nada! Existe un abismo entre ambas formas de entender la literatura, desde luego.

Que alguien farde de haber vendido libros a turistas japoneses, quienes no entienden ni jota y lo mismo compran el tomo que el souvenir de una flamenca o una peineta, me descoloca un poco. Porque no nos engañemos, los japoneses no leerán el libro... a no ser que se apunten a clases de idiomas. Entonces tal vez exista una tercera tendencia: los que escriben para vender. Supongo que en esta lista podrían incluirse la mayoría de best sellers publicados.

¿Es malo escribir best sellers, es malo vender libros? ¡Noooo, por supuesto! Simplemente se trata de otro tipo de escritores/as. Es raro, pero a veces los best sellers vienen como llovidos del cielo, por ello hemos de diferenciar entre escritores/as que escriben obteniendo éxito y los/las que escriben para vender unos a veces más que dudosos "éxitos".

Yo, por mi parte, confieso que soy rarito. Cuando escribo, dentro de mis grandes limitaciones, trato de disfrutar con ello, aunque a veces me resulta casi una obligación. Nunca me imagino cuántos libros voy a vender... tal vez porque mi imaginación es limitada, vete a saber. El caso es que siempre trato de escribir lo que a mí me gusta, pensando tal vez erróneamente que si lo hago así a alguien más también le gustará leerlo. Nunca pienso en lo que el Público Abstracto quiere leer, Lo Que Se consume En El Mercado, sólo en lo que yo quiero escribir. ¿Soy egoísta por ello? No sé, la verdad. Ahora que he descubierto la existencia de gente que sólo escribe pensando en lo que cierto público quiere leer me siento un poco en falso, la verdad.

Hasta ahora siempre había creído que los/las escritores/as debíamos ser un poco cronistas de nuestra época, explicar de forma pausada lo que acontece y que a veces el devenir diario hace invisible, incomprensible o inaprensible. Y ello se explica incluso en relatos de fantasía, no hace falta "calcar" la realidad al pie de la letra. Para mí escribir es una forma de abrir nuevos caminos, de explorar historias, sentimientos, personajes y situaciones que permitan enfocar el mundo que nos rodea bajo una nueva perspectiva. Como todos los artistas, somos los últimos exploradores que se adentran en territorio virgen. Iluminamos lo que permanece oscuro, o mínimamente en penumbras. Aportamos ideas, actitudes, momentos y sensaciones para que un posible lector, tal vez alguien como nosotros, pueda seguir la senda que hemos abierto, explorarla si quiere o incluso dar marcha atrás. Pero al menos sabrá que otros caminos son posibles.

Todo esto, tan bonito y tan esotérico, se da de hostias con la forma de escribir de Cierta Gente. Cierto grupo que no abre nuevos caminos, más bien se limita a recorrer los ya usados. No aportan nada nuevo, repiten esquemas hasta la saciedad, como si todo estuviera ya aceptado. Un ejemplo es la mal llamada fantasía, que en manos de unos pocos tan repetitiva y poco fantasiosa se ha vuelto. Príncipes destronados, dragones, fábulas clonadas... un tal "Eagom" en otra "aventura" se llamará "Enrom", un orco será un trasgo, un enano será un diminuto, un hada será un ser de luz y un marciano será un plutoniano... y así dándole vueltas a la clásica fórmula. Porque en el fondo siempre Es Lo Mismo. Una y otra vez. Y dale Perico al torno. ¿Que semejantes historias tienen sus buenos lectores? Desde luego. Pero me parece a mí que no se les estimula en absoluto. Se juega sobre seguro, repitiendo esquemas de eficacia probada pero sin el menor atisbo de originalidad. Hasta que el público se harta con tanta repetición. Hasta que queman la fórmula. No pasa nada, se busca otra nueva y vuelta a empezar.

En las ventas ya hace tiempo que han caído las novelitas del Oeste, las policiacas, las de amor, hasta las de ciencia ficción... Incluso ahora las de terror y fantasía muestran signos de fatiga. ¿Cuáles serán las próximas? Tal vez la escritura en general, que ya no puede competir con los video juegos y la imagen. Entre todos la mataron y ella sola se murió...

Siempre existirá un selecto grupo de gente que lea, siempre existirá un selecto grupo de gente de escriba. ¿Escribir por el placer de escribir, escribir para ser leído, escribir para vender? ¿Por qué no todo junto? Y preferiblemente en ese mismo orden. Si os gusta escribir, escribid primero para vosotros, sólo después para los/las posibles lectores/as y luego, por último, para las más que improblables editoriales. Y que ellas vendan... si pueden.

En resumen, éste es mi muy modesto manual del ferpecto escribidor.

12 comentarios:

Jafma dijo...

Gracias por el post, nunca te acostarás sin aprender algo nuevo :-)

Yo llevo ya mucho tiempo dándole vueltas a estas cosas y he llegado a la conclusión de que si eliges escribir para el lector o para vender, tienes que aceptar algunas cosas que por ahora me tienta poco aceptar :-) Más que nada porque lo paso mu mal cuando no sale bien la cosa. Así que he decidido escribir para disfrutar, ea.

Quitando el pequeño detalle de que cada relato, cada libro, es un verdadero sufrimiento, la idea me funciona :-D

P.D.: gracias por el enlace :-)

escritor1 dijo...

De nada hombre, te lo mereces. Por el enlace, digo. Por el post tampoco es para tanto. Como bien indicas, la mayoría de nosotros, los escribidores, ya hemos llegado a semejantes conclusiones. Al menos los que lo hacemos por afición, no por obligación.
Y cierto, escribir un libro resulta en cierta manera un parto, y sin cesárea ni epidoral que valga. ¡Menuda parida he escrito! :-D

Anónimo dijo...

yo creo que un escritor debe escribir lo que le apetece y lo que siente.
Alguien que no escribe lo que tiene dentro lo hace forzado porque solo piensa en los demás y aunque pueda ser un buen libro, la quimica entre el autor y su libro no me parece que sea mucha, pero claro esto solo lo sabe el autor imagino.
Como yo no escribo, mi comentario se basa un poco en la lógica, espero que nadie se ofenda.

escritor1 dijo...

No creo que nadie se ofenda, más bien al contrario. Como siempre, has estado certera en tus apreciaciones. Al menos en mi caso, jejeje.

Anónimo dijo...

Me acabo de dar cuenta de que soy una egoistona de mierda porque, cuando escribía (juro por Dios que no volveré a pasar hambre, digoooo, que volveré a escribir) no pensaba jamás en nada de eso, lo único que hacía era plasmar una idea y disfrutar como una loca.

Aiiins, enhorabuena por el nuevo post, te has salido como siempre, querido. Yyyyy, qué razón llevas. ;-)

escritor1 dijo...

Desde luego, Pily, eres una egoistona de tomo y lomo... ;-D
Aunque lo que yo quería decir era precisamente eso: que lo mejor es intentar plasmar una idea y disfrutar como una loca (que passa, uno también tiene su ramalazo, jisjis).

¡Pues vamos bien si el post me ha salido como siempre! :-(

Anónimo dijo...

¡Egoístas todos, ale! ¿Y todos de vacaciones ya puestos? ;-P

Anónimo dijo...

Interesante punto de vista. Ahora haría falta saber qué piensan los lectores.

Anónimo dijo...

Hola:

Tiene usted más razón que un santo, oiga. Si no escribes ante todo porque te sale de los c... (estooo, porque te gusta), estás haciendo la lista de la compra, o una redacción sobre tus vacaciones en el cole. Una vez parida la "criatura", le entra a uno el gusanillo de que lo lean otros, y después de recibir dos palmaditas en la espalda de tu mamá y algún amiguete, te planteas si es posible engañar a alguien (a quien sea) para que te pague por los folios garrapateados que tienes en casa.
Y ya puestos, nunca hagas ni p... caso a los "críticos", al menos hasta que aprendan ortografía y sintaxis elemental... :)
Saludos.

escritor1 dijo...

¡No te digo! El tema es Tan Delicado que ahora todo quiesque opina como "usuario anónimo". ¡No te joroba! A ver, nombres, nombres para la Lista Negra... :-D

Anónimo dijo...

¡Y yo me lo quería perder! Tan dejado de la mano de Dios he estado que ni los post he tocado. Pero ya que he vuelto a La Tierra desde esa órbita en la que me encontraba... ¡Quiero opinar en este post! ¡Quierrooooo!
Bueno, partamos del hecho de que no soy ni lector ni escribidor nato, en realidad nato, lo que se dice nato, no soy más que algo vagoncio y muy, muy lento... ¡Ah! Sí, inconstante también serviría.
Con estos antecedentes, el hecho de que llevo más de un año sin escribir relato alguno, y siendo de los que les cuesta un puñao hacerlo, me encuentro en medio de las dos posturas: escribo lo que quiero, pero a la vez pensando en los demás..., me explico.
Como para agarrar un boli debo superar mi adicción a estar tumbado viendo la tele, o haciendo que la veo, reconozco que puedo empezar un relato fácilmente, pero no acabarlo. No, no me sale del interior, le doy muchísimas vueltas intentando buscar esos giros con coherencia que haga que enganche a un posible lector (cuanto más pienso, más tiempo tumbado, todo hay que decirlo), pero el resultado final siempre será lo que yo he querido escribir; lo que me ha apetecido escribir, pero a la vez pensando en lo que se va a encontrar el lector cuando cáiga en sus manos la "obra". No sé si esto es pensar más comercialmente que artística o literariamente, pero jamás me he considerado literato (algo de alma de artista tengo, pero no con la escritura) y lo único que pretendo es contar una historia, visualmente concebida en mi sesera, de la mejor manera posible con el fin de entretener a aquellos que lleguen a leerla entera (vamos, que no se hayan dormido a la mitad... Eh, tranquilos, a mí también me pasa con lo que escribo).

escritor1 dijo...

Amigo Rafa:
Tu opinión es bien válida y se acerca mucho a la mía. ¡A ver si la pisa y todo! Ciertamente, los que como tú o yo disfrutamos escribiendo lo tenemos crudo para fabricar (y digo fabricar) best sellers.
Mejor te haces un Nautilus, jejeje.
He visto las fotos y me ha dado mucha rabia no haber podido estar presente en semejante proeza... ¡Otra vez avisa con tiempo! :-D