Cautivo y desarmado el Inconformismo, las fuerzas de la Uniformidad han alcanzado sus últimos objetivos.
Capitulaciones del intelecto
Groucho Marx.
sábado, septiembre 30, 2006
Puesta al día
En primer lugar, aprovechemos para rendir un homenaje a Luc Steels. Por si alguien no conoce al pájaro, cosa normal si no se es experto en el tema, diremos que se trata del director del Laboratorio de Robótica de Sony. Él y sólo él es el responsable de cositas como Aibo, ese perrito-robot tan ¿simpático? que ha aparecido por la tele y ya venden los japoneses a precios exorbitados.
La cuestión en sí, a primera vista, tal vez sólo interese a expertos robotistas como mi tocayo. Pero es que el amigo Steels también ejerce de filósofo del lenguaje. Resulta que ahora mismo se halla inmerso en un interesante trabajo: está enseñando a hablar a los robots. ¡Ahí es nada!
Según este hombre, Chomsky estaba equivocado. ¡Toma del frasco! Nada de que los humanos llevemos la capacida de hablar impresa en los genes. Es el propio lenguaje el que dicta y marca las normas para establecer una relación social. Los simios no hablan porque sean más tontos que nosotros, es porque no sienten la llamada imperiosa para crear y mantener esa relación de grupo, son más individualistas. En nuestra sociedad humana el lenguaje actúa como un organismo autónomo, como el dichoso meme del que algún día hablaré largo y tendido.
Pero vayamos a Lo Primordial. Al parecer los robots ya empiezan a hablar entre ellos y hasta llegan a acuerdos tácitos. ¿Cómo definir un color si cada uno lo percibe de forma diferente? Pues mediante la aceptación a través del lenguaje. Esto es “verde” porque los dialogantes aceptan el hecho de que es así... aunque cada cual lo perciba de forma diferente. ¿A que acojona un poco si lo pensamos bien? Nadie percibe las cosas de la misma forma, sólo se llegan a acuerdos tácitos sobre lo que simbolizan.
En resumen, que hasta los popes de Internet (léase Google, Wikipedia, etc, etc.) están interesados en este proceso de creación del lenguaje, en la comunicación fluída entre grupos. En cuanto la Red con mayúsculas dé el salto y comience a crear su propio lenguaje, su simbología exclusiva.... ¡Uf! Será un gran paso para la inteligencia artificial, sin duda. Siempre y cuando exista la capacidad de intercambiar y modificar símbolos. Un metalenguaje para todos, sin las restriciones y los oscurantismos que en nosotros, vulgares seres humanos, lo convierten en un arma tan peligrosa. La base del lenguaje ha de ser comunicar, no aislar y diferenciar. Ése es el genuino don que atesora. ¿Serán los robots capaces de entenderlo, incluso hacerlo mejor que nosotros?
Al menos los seres humanos (los cuatro o cinco que todavía quedamos y no hemos degenerado en algo estúpido y agresivo, los que somos la esencia del genuino fandom, vamos ;-D) tenemos la capacidad de saltar por encima de los convencionalismos.
Mencionando en mis últimos escritos a ciertos editores autóctonos que conozco, me ha venido a la memoria el nombre de Michael Kruger. Este Señor (con mayúsculas, sin duda, y sin ánimo de ofender a otros) es un editor alemán de los que da gusto. Nada de planetas, un profesional de verdad. Ha editado obras tan contundentes como La enciclopedia de los muertos, de Danilo Kis. ¡Eso sí es Literatura! Por ello Kruger se ríe cuando dice que en su país, Alemania, se editan cada año unos sesenta libros sobre temáticas tan interesantes de, por ejemplo, "Cómo hacer una ensalada". Talmente como aquí, aunque con otros títulos. La cantidad de libros-basura publicados empieza a ser asfixiante.
Recuerdo que Kruger también ha hecho sus pinitos en la escritura. Pero su demoledora frase sobre el tema me la aplico a mi persona con humildad. Dice él, y yo lo suscribo para mí, que "soy escritor porque no sé escribir". ¡Cuánta verdad! De hecho, todos hacemos aquello que no sabemos hacer. Quizás exista algún ser afortunado que haga lo que realmente sabe. Sin duda es una excepción a la regla. Tal vez ni él mismo sea consciente de ello.
Lo que quiero decir es que hoy en día los buenos editores son más necesarios que los buenos escritores. Son los únicos que pueden hacernos llegar algún libro interesante entre el mar de mierdecillas que nos invade. Y alguna de esas mierdecillas, lo confieso, es mía. Pido perdón.
¿Por qué digo todo esto? Porque el Menda, en un nuevo alarde de Salto Triple Mortal Sin Red, se ha metido a colaborador en un programa radiofónico. Nada del otro jueves, no nos emocionemos. Colaboro en un programa de literatura que emite la recientemente inaugurada Mataró Ràdio, que como su nombre indica es una radio municipal en la ciudad de Mataró. La Cosa la conduce Care Santos, una escritora de cierto renombre sobretodo en la literatura juvenil. Yo, por mi parte, me limito a efectuar una colaboración semanal donde, metafóricamente hablando, quemo algún libro. Ya me he deshecho del Código Da Vinci entre otros ilustres tochos (es un decir).
Experiencia interesante y enriquecedora la de lanzar a la hoguera un título y tener que argumentar su quema. Los que me conocéis sabréis que todo es muy irónico y “sin mala intención”. Pero el hecho de desprenderse de alguna obra tiene una capacidad liberadora. ¡Hum! Tendré que comentarlo con mi psicoanalista.
Me temo que en una sociedad tan tecnificada como la nuestra, donde cada vez se lee menos y se publica más (?), sin duda a la larga acabaremos viendo cómo los robots serán los únicos seres que conversan, escriben y disfrutan con la Literatura.
El oficio de farero, el de ceramista y otros tantos se han convertido en profesiones a punto de desaparecer por anacrónicas, pero ser escritor también va camino de ello. Nosotros podemos ser los últimos de la especie. Tal vez dentro de pocos años nos encierren en algún museo para disfrute de nuevas generaciones, una sociedad de personas analfabetas que sólo se comunicarán a través de la imagen y que se reirán por lo bajo al comprobar las primitivas y toscas formas de comunicación que nosotros, torpes seres sin desarrollar, utilizábamos en nuestras obras.
Visto lo visto, mejor dejemos hablar a los robots. Aunque lo intenten, dudo que digan mayores burradas.
viernes, septiembre 29, 2006
Fandom Break
A raíz de uno de mis estúpidos comentarios en el blog de Víctor (mira por dónde) se ha abierto una discusión sobre si la serie Prision Break es o no es una metáfora sobre el fandom. Cuestión pueril sin duda.
Lo cierto es que el amigo Víctor, en otro derroche de pura inventiva creadora, nos ha obsequiado con un argumento genial para la que sin duda podría ser la serie del año: "Fandom Break".
Ya que en parte el artífice de la movida he sido yo, no puedo menos que aprovechar la coyuntura. En un alarde creativo sin parangón, mostrando de nuevo mis portentosas dotes en el dominio de la técnica photochopera (¡pobrecitos de vosotros!), os castigo con lo que pudiera ser uno de los castings con más glamour de tan interesante telenovela.
Tal vez los personajes no son los adecuados para los actores, simplemente los he elegido al azar y sin mala intención. Soy un pésimo director, tal vez no he realizado la elección correcta. Sin duda faltan algunos artistas y otros están mal situados.... pero la idea primordial sigue ahí.
¿Reconocéis a los actores? ¿Estáis de acuerdo en su elección para el personaje? Se aceptan sugerencias, pues el casting todavía no está cerrado.
Eso sí, ahora no gano el Ijjnotus ni de coña.... :-D
miércoles, septiembre 27, 2006
¡¡¡FELICITALO!!!
¡Mira por dónde! Este enigmático personaje de poderes sobrehumanos cumple años. No podemos dejar que la ocasión se escape sin aprovecharla. ¡Hay que felicitarle!
Dicen las leyendas que en su juventud fue algo fanzineroso, incluso suele contarse a media voz, siempre a la luz de la lumbre y en las frías noches de invierno, que tuvo relación con cierto experimento almibarado: fue el promotor de un extraño melocotón de origen mecánico.... (?)
Otros más audaces le relacionan con cierta revista de gran empaque. ¡Ya les valis!
Creador de premios, forjador de colecciones, titán de ediciones, cualquier intento de describir su tarea sobrehumana será insuficiente.
Cual ser majestuoso surca el firmamento, siempre con la mirada en lo alto, desafiando nuevos retos. ¡Menudo pájaro!
Pues eso, que Cumplas Muchos Más.... y si es con varios Ignotus mejor todavía...
¡A felicitarle!
viernes, septiembre 22, 2006
EL RETONNO
¡Pues aquí estoy otra vez! Parece que fue ayer cuando comencé mis vacaciones, pero todo lo bueno se acaba. Adiós a la calita de Mallorca, adiós a holgazanear y tenderse al sol, adiós a los paseos en plan turista, adiós a las opíparas comidas (y ejem bebidas) sin desenfreno, adiós a verlas pasar sin prisa alguna... Ya lo dice el refrán: "Lo bueno, si breve, dos veces breve" :-(
Sea como fuere, volvemos a la actividad habitual. Y es que, pecadores, no se os puede dejar solos. La que se ha montado en mi ausencia: cambios, cambios y más cambios. En el mundo friqui dos noticias me han alterado: la Hispacon de Córdoba se cambia a toda prisa por otra en Dos Hermanas... y me ponen a Joan Clos (¡a Joan Clos, virgencita!) de Ministro de Industria. El acojone, vamos.
Y no sólo eso. Un buen amigo me ha informado que, cual vulgar Gran Hermano, estoy nominado al Ijjjnotus. Y no por una, si no por dos novelas. ¡Depravados! ¿Me habéis votado?¿Cómo habéis caído tan bajo? Que alguien me lo explique, porfa. Bien es cierto eso que cuando el diablo se aburre con el rabo caza moscas.
Si alguien que me lee se pierde porque no capta conceptos tan esotéricos como Hispacon o Ijjjnotus, que no se apure. Aquí no es el rarito, jejeje. Digamos que el premio Ijjnotus se concede dentro de la Hispacon, una convención anual de aficionados a "eso" de la Ciencia Ficción. Las obras nominadas han debido ser publicadas en el año y votadas por los socios de la Asociación.
Un inciso: el concepto socio de la AEFCFT es muy abstracto. La mayoría de aficionados que conozco no son socios, cosa que me extraña. Yo mismo no lo soy, pero eso lo entiendo muy bien, jejeje. Al igual que Grouxo Marx no me gusta pertenecer a ningún tipo de asociación. ¡Si hasta me salen sarpullidos cuando recuerdo que soy sindicalista de Comisiones Obreras! Con eso ya tengo el cupo lleno. Pero lo sorprendente es descubrir la cantidad de gente significativa dentro del mundillo de la Ci-Fi que No Son Socios de la AEFCFT (perdón si me dejo alguna letra). Espero que con la junta actual, gente muy dinámica y seria (cuando no van trompas), la cosa cambie a mejor.
El caso es que, mira por dónde, algún socio ha votado mi obra. Y cuando digo "algún socio" digo eso precisamente: uno o dos. Ni jarto de vino me creo que yo vaya a ganar nada. En este mundo tan pequeño todos se conocen y los amigos votan a los amigos. Sin mala intención, oye, pero lo hacen. Creo que ya en alguna ocasión he escrito mi opinión sobre los premios.... y si no es así, lo haré en breve. Lo único seguro es que los ganadores de los Ijjnotus se lo merecen y escriben muy bien. Pero los nominados también, desde luego. Y los que ni han sido mencionados, igualmente. Que este premio ni quita ni pone nada. ¿Cómo lo diría sin herir susceptibilidades? Que treinta o cuarenta personas (¿a que soy generoso, ey?) opinen que mi obra merece un premio no me quita el sueño, como pensar que cincuenta o más piensen todo lo contrario. Es opinable, desde luego.
Pero dejemos los premios y las asociaciones, yo no quería tratar temas tan mundanos. Tenía en mente escribir sobre los mejillones. Para ser más exactos, sobre los mejillones de California. He perdido la noticia con el trasiego de maletas y demás, así pues habré de fiarme de mi huidiza memoria. Pido disculpas si la cago en algún dato...
Según he leído por ahí, los mejillones de Californa se están muriendo cosa mala. Filtradores de impurezas como son, Algo en el agua los está matando. ¿La contaminación, me diréis? Premio para los avispados, una muñeca chochona. Pero, ¿qué clase de contaminación? Pues ahí está la noticia: se trata del prozac.
¡Qué! ¡Cómo! ¿Es que los americanos hasta les dan prozac a los mejillones en California? Más o menos. Resulta que en dicha región con un estilo de vida tan neurótico es donde los seres humanos consumen más pastillas de esas. Será cuestión de agobios, stress, traumas, idas de olla o como queráis calificarlo. El californiano medio se zampa las pastillitas de marras como si fueran golosinas. Y claro, luego va y hace pipí. Imagináos la escena: millones de californianos orinando los residuos del prozac que han pasado por sus riñones. Y toda esa agüita amarilla, que diría Pablo Carbonell, se va por el desagüe, cañería abajo, hasta llegar a la costa. Y los mejillones filtra que te filtrará...
No sé si se tratará de justicia poética, pero hoy se me han quitado las ganas de comer mejillones.
Sin duda se debe al stress del retonno.
Nos leemos, gente.