No estamos soñando, no. Los ordenadores cuánticos, a día de hoy, ya existen. De hecho, que yo sepa, hay dos en todo el mundo. Uno en Austria y otro, cómo no, en EE.UU. Y que nadie eche las campanas al vuelo. Se trata de prototipos muy pequeños, amén de enormemente costosos. Y lo que es peor, no hacen gran cosa.
O sea, que hasta la fecha se ha invertido una burrada de dinero para crear dos chismes que sólo pueden hacer algo tan sencillo como multiplicar dos por tres. ¡Toma del frasco! Pero si eso lo sabe hacer hasta la mula Francis, hombre... Ya, pero lo importante de estos prototipos es que nos demuestran que la computación cuántica es factible, que funciona vamos.
El problema es hacer que la computación cuántica de marras fiuncione a lo grande. No digo nada nuevo si explico que los ordenadores convencionales funcionan según el número de bits que pueden usar. La diferencia con un ordenador cuántico es que aquí los bits se denominan qubits. ¿Por qué tal palabreja? Al parecer es una abreviatura de quantum bit, o sea que utilizan bits cuánticos. Si tenemos en cuenta que los dos modelos existentes hasta la fecha usan ocho qubits y que para compararse con los actuales habrían de trabajar con al menos 100.000 qubits, pues desde luego comprenderemos el largo camino que queda por recorrer.
El meollo del asunto radica en que los átomos que procesan la información cuántica han de estar aislados por completo del exterior. Nada, ni siquiera la luz, campos magnéticos, ni siquiera otros átomos pueden interaccionar con ellos en el proceso. Hay que retirar todas las moléculas, producir un vacío absoluto en el aparato para que éste pueda procesar. ¡Menudo esfuerzo! Que no vale sorber el aire con una pajita.
Eso sí, con la nueva programación cuántica algún día estos ingenios podrán realizar cálculos infinitesimales y a gran velocidad. Se podrán abordar problemas hoy por hoy irresolubles. ¿Quién sabe? Tal vez incluso se creen ordenadores capaces de adentrarse en el terreno de la filosofía y la metafísica... Nuevos lenguajes para la lógica cuántica.
¿A que acojona un poco? Casi tanto como la excelente novela del gran escritor japonés Haruki Murakami, "Kafka en la orilla", donde uno de sus personajes es capaz de habl
ar con los gatos. ¿Gatos cuánticos? Qui lo sa...
ar con los gatos. ¿Gatos cuánticos? Qui lo sa...Desde luego, el futuro promete. Siempre que lleguemos, claro.
8 comentarios:
Sí que pueden ser un puntazo, sí, aunque por ahora están de lo más verde. Ya veremos...
Lo raro es que en Austria tengan un ordenador cuántico... Lo querrán para seguir manteniendo los precios de las cosas (¡País más caro!). Si en vez de cuántico hubiese sido cuantico seguramente lo tendrían en Zaragoza. Bueno, me alegro de que hayas vuelto a la actividad articulera.
Garson
Pues sí, apreciado tocayo, la cosa está de lo más verde... Se calcula que lo mismo tardan unos doscientos años en hacer algo "potable".
Muy gracioso, amigo Garson. Pero no dudes que Austria destaca por sus aportes a la cibernética de vanguardia. ¿O no nació alli Terminator, ein? :-D
Y en Zaragoza no precisan de semejantes adminículos, que saben sumar con los dedos. :D
Uff, parece que ahora mi Multivac sí que me deja postear... menudo cabreo se ha pillado cuando he leído no sé qué de solo dos computadoras en el mundo. Y con lo de la multiplicación, ¡madre, ha saltado el salvapantallas y no había forma de hacer volver la imagen de tu blog! Ains, ¿por qué todos mis cacharrillos tienen tan mala leche? En fin...
Pues ná, que GRACIAS por la fácil y sintética explicación, que una había leído sobre este tema pero no terminaba de ver el asunto... así que ale, a dejar de respirar todo el mundo que si no la magia no se produce, jeje.
Y ná, de aquí a la computadora de la Enterprise, está visto que queda un pasito. ;-)
Besitos científicos!!
Cierto Pily, me olvidé... Aparte de dos ordenadores cuánticos, también existe un único ordenata pilyántico en Todo el Mundo. Es tan inteligente que su dueña le pregunta: "¿Funcionas o no funcionas".
Y el artilugio va y funciona, o no funciona, jejeje.
:-D
Besitos profanos.. ;-)
Pues yo de experto no tengo nada, pero a la velocidad que avanza todo hoy día, decir que hasta dentro de doscientos años no se podrá hacer algo en condiciones con ellos me parece excesivo. No sé si fue a finales de los setenta cuando aparecieron las primeras computadoras, grandes como casas, hechas con válvulas de vacío, y que hacían poco más que multiplicar dos por cuatro, y en prácticamente cuarenta añitos fíjate lo que se ha avanzado. De hecho la tecnología actual favorece ese adelanto que pienso no es lineal, sino exponencial; por eso le doy un voto de confianza a los... ¿cómo has dicho? los qubits, diciendo adios al cerebro positrónico del futuro y hola al corazón cuántico... o cuantico, que aunque sepan contar con los dedos también pueden construir uno, amos, digo yo.
Es verdad que hoy muchos avances que han crecido exponencialmente, pero hay otros que no: en los 60 los científicos estaban convencidos de que en un par de décadas o tres habría inteligencias artificiales, y ahora mismo no sólo no las hay, sino que se sigue sin tener claro si las va a poder haber alguna vez.
O sea, que las predicciones mejor dejárselas a Rappel, que como se equivoca de todas maneras, tampoco canta tanto :-)
Cierto, no hay nada tan divertido como ver las series "futuristas" de los sesenta. ¡Descubriremos que en realidad vivimos muy atrasados! Ni bases lunares ni gaitas, oiga. Los coches no vuelan, los robots no pasan de minipimers, etc, etc.
Así que permitidme que sea es`ce´ptico referente a los ordenadores cuánticos, que es muy complicado y requerirá mucho tiempo.... o un nuevo genio que realice un salto cualitativo. Nunca podemos obviar la existencia de un posible Mulo, jejeje.
:-D
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