El gran José Antonio Suárez me reta a seguir debatiendo sobre el espinoso tema de los e-books en su vertiente comercial. Sus comentarios en mi Facebook no tienen desperdicio, son directos y los expone con conocimiento de causa. Por algo él es un excelente escritor que se mueve con soltura en el medio. Amén a sus palabras.
En resumen, y muy a grosso modo, puede decirse que los precios del libro electrónico en Amazon son ajustados y si la gente no los compra es porque la mayoría se ha apuntado a la "moda pirata" del gratis total. De acuerdo... más o menos. Nótese que antes he subrayado dos palabras donde considero se haya el meollo del asunto: "vertiente comercial".
No nos engañemos, piratas los hay en todas partes, algunos hasta navegan bajo banderas "legales". Y aquí no me refiero a las pequeñas editoriales que luchan con denuedo por seguir adelante, pilotadas por aficionados entusiastas que tratan de editar obras interesantes, arriesgando tiempo y dinero para mantener viva la llama de la Cultura. Una especie en extinción, por desgracia.
Un servidor, sin ser ni de lejos un Escritor Consagrado, también ha tenido sus pinitos en el tema de publicaciones editoriales. Me han llegado a pagar la friolera de... ¡un céntimo por palabra! Ahora muchos comprenderéis mi sempiterna manía a utilizar monosílabos en mis escritos. Si resulta que la preposición "a", por ejemplo, está tan bien pagada como "esternocleidomastoideo", pues no hay color a la hora de producir... digo... escribir historias. La pela es la pela.
Y eso nos lleva a la cuestión. ¿Cuánto cuesta un libro, independientemente de su formato? ¿Qué precio es el justo para el artista, el creador de la obra? ¿Por qué dentro del mundo editorial el mercado funciona al revés que en otras artes (a excepción tal vez de la música, la otra hermana pobre)? Es decir, la industria intermediaria, ni siquiera la manufacturera, se lleva la parte del león y para el artista, el autor, queda simplemente la comisión. ¿No habría de ser al revés? El precio neto para el autor, exceptuando una buena comisión para el intermediario. ¡Uy qué he dicho! Ya las editoriales se me tiran al cuello.
Esto que parece una quimera, con la llegada del e-book se ha convertido en más realizable.Hasta hace poco, el formato papel tenía unos costes determinados que requerían una inversión a veces elevada. Papel, tinta, impresión, maquetación, ilustraciones para la portada (otro colectivo de artistas explotado, no lo olvidemos)... Y claro, cuando una empresa invierte, exige obtener resultados. Lógico, nada que objetar. Pero de eso a llevarse prácticamente todo el beneficio...
Resulta que el escritor, en el fondo, es un simple asalariado de la Industria Editorial. Su sueldo, paupérrimo la mayoría de las veces, dependerá de factores ajenos por completo a la calidad de su obra. Si la Mercadotecnia apuesta por su obra, se diseñará una campaña de marketing y, mira por dónde, se venderán muchos más ejemplares. Señalo: "se venderán", nada indica que "se leerán". Conozco hasta algunos críticos que "reseñan obras" sin haberlas ojeado siquiera. Les basta con un resumen editorial.
Sé de alguna Pluma Célebre a quien su Editorial ha ido apuntando a premios varios, ganándolos con pasmosa facilidad. Lo curioso es que la propia persona no sabía que se presentaba hasta que una llamada telefónica de Arriba así se lo ha hecho saber. "Hemos de potenciarte, que tu nombre suene", le dicen. Así, a veces, se gestan los best sellers. ¿Buena o mala Literatura? ¿Alguien piensa que a las editoriales les importa un comino la calidad de lo que venden? Lo que cuenta al final es el resultado de las cuentas.
Pero la irrupción del formato electrónico está cambiándolo todo. Los lectores (sí, sí, lo juro, existen: yo he visto uno) en su mayoría se siente estafados. Vamos a ver, pongámonos en su piel: yo lo que quiero es leer, no que me saquen los cuartos. ¡Veinte euracos (o más) por un tomo hipertrofiado con papel de enorme grosor, letra que parece maquetada por un disléxico, donde hay infinidad de diálogos repetitivos, personajes planos y argumentos de sobras conocidos! Si tengo la posibilidad de bajármelo Gratis de la web, la tentación es insuperable.
Como en todo, lo que se impone es una Revolución Cultural. Yo creo que a un precio razonable ( de 1 a 3 euros por una novela "normal") y con un contenido cuidado, atractivo, muchos lectores comprarían sin problemas. La piratería continuaría existiendo, por desgracia, pero sería mucho más residual y (esto es importante) Mal Vista Por La Opinión Pública.
¿Y cuánto habría de llevarse el escritor? Depende del trabajo realizado en la creación digital del formato, pero a mí me parece que un 50 % de las ganancias sería el mínimo adecuado. Las empresas dedicadas a tal fin tendrían menos costes y trabajarían (trabajan) con muchos autores, por lo que sus beneficios aumentarían de forma exponencial. Si el hecho de leer por sí mismo ya cuesta, imaginaos "pagar por leer".
En definitiva, creo sinceramente que un Nuevo orden está por llegar. Cada vez es más residual la venta de grandes ediciones en papel, esos clásicos Super Ventas con los que acabábamos enderezando la pata de alguna mesa coja. El formato electrónico ha llegado para, poco a poco, ir instalándose en nuestras vidas. Ahora la lucha editorial se ha desplazado hacia el control de su distribución y venta. Y como siempre, el escritor (y el lector) es simple carne de cañón.
Por mucho que nos pueda pesar, el e-book está matando a la Estrella del Best Seller. Y nosotros que lo leamos.
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