Pues ya estamos de vuelta de nuestro viaje por tierras bálticas. Experiencia interesante de la cual tal vez escriba algún día. De momento baste decir que fue muy intenso, nos nevó y todo. Riga, la capital de Letonia, me pareció muy pobre, alejada del rimbombante título de "París del Norte". En cambio Talin (Estonia) se mostró más próspera, con sus calles dentro de la muralla muy parecidas a las calles de Praga. Mucho más turístico.
Resulta curioso que siendo todo Europa, desde el Norte hasta el Sur, al viajar uno por el continente comprende que eso de la Unión Europea hoy por hoy resulta un sueño todavía inalcanzable. Demasiadas diferencias, tanto económicas como culturales, siguen separando a millones de europeos.
Pero no perdamos las esperanzas. Ojalá algún día toda Europa se halle unida bajo un proyecto común de progreso y bienestar, donde tengan cabida y respeto todas las diferencias. Diversidad significa riqueza, aunque en algunos casos sea sólo (¿sólo?) cultural. Una unión donde exista en perfecta armonía todo un mosaico de lenguas, costumbres y tradiciones será mucho más interesante y humana que el rodillo impuesto de una simple e inflexible "cultura oficial".
No obstante, dejemos las disgresiones político-filosóficas para otra ocasión. Como hablar de Sant Jordi y el Día del Libro, que se merece un escrito aparte... Una noticia más mundana me ha impactado hoy al leer el diario. ¡Resulta que en Serbia, en la región de Jadar, se ha descubierto kriptonita! Toma ya, que no le pase nada al nenaza de Superman.
Nunca he sido seguidor de ese tipo que vuela en pijama y usa leotardos. Un vulgar emigrante que llegó a EE.UU. en su día merced a un cayuco espacial y se volvió más papista que el Papa. Defensor a muerte del "American Way Of Life", incapaz de enfrentarse a multinacionales, políticos corruptos y vampiros del capitalismo salvaje, sólo a chorizos y pandilleros. Una especie de segurata de discoteca que pega mamporros al drogata de turno o al camello más pillado, sin llegar a molestar al mafioso que vende el alijo mientras bebe whiski de marca y fuma habanos. Un carca de pensamiento integrista, vamos.
Así pues el que la jadarita, como se ha dado en llamar al nuevo mineral descubierto, tenga las mismas propiedades que en la ficción posee la kriptonita de los tebeos (y digo tebeos, no comics) me parece estupendo. ¡Que se chinche Superman! Ya era hora de que se le acabara el chollo y fuera por el mundo avasallando como el primo de Zumosol. Ahora sabrá lo que representa enfrentarse a la vida sin tenerlo todo ganado de antemano, sabiendo que puede ser derrotado por fuerzas más poderosas e insensibles.
¡Un hurra por la kripotonita! Nos vuelve vulnerables y nos unifica a todos, seamos o no super-héroes de papel.
Y para celebrarlo, nada mejor que un par de Tubitubis. En primer lugar, por aquello que explicaba antes de la diversidad cultural, aquí traigo a uno de mis grupos preferidos en eso de "mover el esqueleto" y dar marcha al cuerpo. Son la Troba Kung-Fu y nos mezclan la rumba catalana con un ritmo muy bailongo. Encima, nos dicen que falta calor....
Y para acabar, todo un clásico de hoy en día. El inefable Manu Chao y su "Me gustas tú", desde luego.
Ale, a disfrutarlo y hasta pronto.
Cautivo y desarmado el Inconformismo, las fuerzas de la Uniformidad han alcanzado sus últimos objetivos.
Capitulaciones del intelecto
Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
Groucho Marx.
Groucho Marx.
miércoles, abril 25, 2007
martes, abril 17, 2007
Mitomanía
Parece mentira, pero el mundo del disco sigue moviendo millones... y no precisamente por la música en sí. El día 26 de este mes la casa Christies realizará su habitual "subasta pop", sacando al mercado más de 300 lotes de Cachivaches Diversos. Y con precios que ascienden desde 350 euros para arriba.
Así cualquier friki con dinero (contradicción casi tan evidente como "inteligencia militar" o "personas humanas") podrá adquirir tras puja de infarto algo tan Apoteósico como el traje que lucía David Bowie en su última aparición como Ziggy Stardust (noviembre de 1973). Saldrá a subasta "casi" regalado por un precio irrisorio de 5.500 euros y se espera que supere los 7.500.
Mira que a mí me gusta David Bowie, pero me temo que no daría ni un céntimo por el ropaje, que vete a saber dónde ha estado ni quién se ha travestido con sus amarillentos ropajes. Igualmente me trae al pairo el manto real que lucía Freddie Mercury en su gira Magic de 1986, los pantalones vaqueros de Elvis Presley o el traje de marinero que Marc Bolan lucía en Top Of The Pops en 1971. Algo más de interés, sólo visual porque yo no rasgueo (nadie es ferpecto), me despierta su guitarra Gibson Flying V, con la que dicen tocaba Get It On. Una cosa es que me guste la música y otra que me convierta en un trapero o chatarrero, oyes.
Siendo como soy un amante de la música, gustándome la mayoría de artistas cuya basura se subasta, así y todo no entiendo el interés que pueda tener nadie en adquirir a precio de Pata Negra tan extraña mercancía. Si en el rastro se puede encontrar cosas mejores y más baratas... Pase que se compren las guitarras, al menos que las compre alguien que sepa tocarlas. Pero se me escapa qué placer puede conseguirse por tener, no sé, el pañuelo donde Madonna se secó el sudor en su actuación de Londres.
Aunque lo mismo me mueve el desconcierto que he sentido cuando no he podido adquirir ni una mísera entrada para el concierto de Police en Barcelona el 27 de setiembre. Aunque la más barata valía 65 euros y la más cara costaba 165 machacantes. ¡Jolín qué precios! Así y todo ya no queda ni una de las 55.000 puestas a la venta. Han volado en menos de un día.
¿Dónde acaba la afición a la música y comienza el frikismo? ¿Dónde la cultura musical se troca en negocio, en timo para incautos, en coleccionismo insensato? ¿Estamos todos idos? Sin duda, y yo el primero.
Sea como fuere, ahí os dejo un Tubitubi largamente prometido. Este sí que es Marc Bolan, aunque sólo aparezca en foto. No es de extrañar porque se trata de sus inicios, hace ya bastantes añitos, por lo que aparece casi de primera comunión. Éste fue su primer grupo de prestigio, John's Children, con la que tal vez fuera la primera canción de fama que compuso: la mítica "Desdemona". Y la ofrezco gratis, sin subastas...
Y claro, no podía despedirme sin poner también algo de ellos... Y sin cobrar, ale.
Hasta mi regreso. Que os sea leve.
viernes, abril 13, 2007
Matadero Cinco
Triste noticia la muerte de Kurt Vonnegut. Con él se va toda una generación de grandes escritores, aquéllos que entendían la literatura como una necesidad, una forma de contracultura y no una manera de amasar dinero en el banco. Tal vez de tan selecto grupo sólo Ray Bradbury quede vivo en la actualidad. Fueron autores como él y Phillip K. Dick, además del propio Vonnegut entre otros, quienes supieron crear una corriente de culto hacia un género tan desprestigiado hoy en día como es la ciencia ficción.
Kurt Vonnegut nació hace 84 años en Indianápolis (EE.UU.) en el seno de una familia de inmigrantes alemanes. Marchó voluntario a la Segunda Guerra Mundial, siendo capturado como prisionero de guerra, y sobrevivió a un espeluznate bombardeo de los aliados sobre la ciudad de Dresde, tan intenso que hasta incendió el aire, refugiándose en el almacén de carne de un matadero. De tan dramática experienca le vendría la inspiración para, años más tarde, escribir su más célebre novela: Matadero Cinco.
Esta corrosiva obra, un alegato antibelicista teñido de humor negro, convirtió a su autor en todo un ícono de la contracultura americana. Eran años de desencanto, tras la guerra del Vietnam, y Vonnegut conectó muy bien con una juventud inconformista. Su denuncia del absurdo de la guerra y la destrucción no sentó nada bien en los grupos conservadores que dominan EE.UU. Sus obras eran quemadas de forma pública, a la vez que su fama crecía en sectores más progresistas.
Hay quien considera a Vonnegut como el Mark Twain moderno. Sin duda su tremenda capacidad para criticar de forma despiadada la sociedad, siempre con un componente de humor, hace que la semejanza sea evidente. Autor ácido, insolente y divertido, sin duda leerle es todo un placer. En sus libros uno descubre la tremenda potencialidad de la ciencia ficción, la buena, la auténtica, cuando todavía no estaba domesticada ni encorsetada por clichés ridículos y reaccionarios.
Leeer Matadero Cinco, Sirenas de Titán, Madre Noche, Slapstick o la vitriólica El desayuno de los campeones, sin duda reconcilia al lector con el género. Un hombre extraordinario que, tras un intento de suicidio, a sus ochenta y cuatro años todavía decía frases tan lúcidas como: "Los humanos somos chimpancés que nos emborrachamaos con el poder" o "El verdadero terror es levantarte una mañana y descubrir que tus compañeros de instituto están gobernando el país". ¡Qué mente más preclara la suya!
Adiós maestro. Te leeremos con nostalgia, pero te seguiremos leyendo.
Y para la ocasión, nada mejor que un Tubitubi muy en la atmósfera. Los Grandes e Irrepetibles King Crimson (con el talento del Enorrrme Robert Fripp) en la pieza que a mí más me encanta: "21st Century Schizoid Man". ¡Una joya! Y su soporte visual tampoco tiene desperdicio: "Cowboy Bebop", uno de mis manga preferidos. ¡Ciencia ficción salvaje! Y es que el Matadero Cinco no está tan lejos... Que lo disfrutéis:
Fin de la emisión.
Kurt Vonnegut nació hace 84 años en Indianápolis (EE.UU.) en el seno de una familia de inmigrantes alemanes. Marchó voluntario a la Segunda Guerra Mundial, siendo capturado como prisionero de guerra, y sobrevivió a un espeluznate bombardeo de los aliados sobre la ciudad de Dresde, tan intenso que hasta incendió el aire, refugiándose en el almacén de carne de un matadero. De tan dramática experienca le vendría la inspiración para, años más tarde, escribir su más célebre novela: Matadero Cinco.
Esta corrosiva obra, un alegato antibelicista teñido de humor negro, convirtió a su autor en todo un ícono de la contracultura americana. Eran años de desencanto, tras la guerra del Vietnam, y Vonnegut conectó muy bien con una juventud inconformista. Su denuncia del absurdo de la guerra y la destrucción no sentó nada bien en los grupos conservadores que dominan EE.UU. Sus obras eran quemadas de forma pública, a la vez que su fama crecía en sectores más progresistas.
Hay quien considera a Vonnegut como el Mark Twain moderno. Sin duda su tremenda capacidad para criticar de forma despiadada la sociedad, siempre con un componente de humor, hace que la semejanza sea evidente. Autor ácido, insolente y divertido, sin duda leerle es todo un placer. En sus libros uno descubre la tremenda potencialidad de la ciencia ficción, la buena, la auténtica, cuando todavía no estaba domesticada ni encorsetada por clichés ridículos y reaccionarios.
Leeer Matadero Cinco, Sirenas de Titán, Madre Noche, Slapstick o la vitriólica El desayuno de los campeones, sin duda reconcilia al lector con el género. Un hombre extraordinario que, tras un intento de suicidio, a sus ochenta y cuatro años todavía decía frases tan lúcidas como: "Los humanos somos chimpancés que nos emborrachamaos con el poder" o "El verdadero terror es levantarte una mañana y descubrir que tus compañeros de instituto están gobernando el país". ¡Qué mente más preclara la suya!
Adiós maestro. Te leeremos con nostalgia, pero te seguiremos leyendo.
Y para la ocasión, nada mejor que un Tubitubi muy en la atmósfera. Los Grandes e Irrepetibles King Crimson (con el talento del Enorrrme Robert Fripp) en la pieza que a mí más me encanta: "21st Century Schizoid Man". ¡Una joya! Y su soporte visual tampoco tiene desperdicio: "Cowboy Bebop", uno de mis manga preferidos. ¡Ciencia ficción salvaje! Y es que el Matadero Cinco no está tan lejos... Que lo disfrutéis:
Fin de la emisión.
miércoles, abril 11, 2007
La conjura de los necios
Era de esperar, la cosa está muy malita. El cambio climático hoy en día es ya una realidad incontestable y habrá que ir hacíendose a la idea. Ale, a comprarse bronceador por un tubo.
Cualquiera, al menos cualquiera con dos dedos de frente, pensaría que lo más sensato en las actuales condiciones es poner manos a la obra y tratar de salvar el planeta, o al menos corregir todo lo que se pueda. Pero como vivimos inmersos, sumergidos más bien, en una sociedad de consumo, las Mentes Pensantes ya están barrinando cómo sacar tajada del asunto.
No me refiero a los Brillantes Pepe-Tochos de la costa mediterránea, los que han convertido gran parte de Murcia y Valencia en campos de golf imposibles y luminosos nichos de cemento, geriátricos psicodélicos con vistas al mar. No señalo a quienes se sacaron de la manga un Plan Hidrológico Nacional para llenar piscinas particulares y regar el césped de opulentos clubs de golf en secano, que ya son ganas de regar. No menciono a quienes han creado en Levante un Madrid Playa artificial mientras "denuncian" conjuras judeomasónicas y misteriosos nazismos idiomáticos, tal vez sacados de una mochila de ETA perdida el 11-M. Son miserables y punto. Con su pan (el nuestro) se lo coman.
Pero es que ahora el colmo de la tontura nos asalta. Así me entero por las noticias que las agencias de viajes, esos vendedores de postales tridimiensionales, se están reciclando para adaptarse al cambio climático que nos viene encima. Así resulta que las pistas de esquí están estudiando muy seriamente convertir sus instalaciones en campos de golf para cuando ya no haya nieve por la que deslizarse. O sea, que No Problem.
Igualmente, se pretende captar al típico turista que ahora viaja hasta el Norte de Africa, pues al subir las temperaturas los ingleses, alemanes y nórdicos que vienen atraídos por el sol y playa no tendrán casi que morverse de su casa. Vamos, que con un pequeño cambio de estrategia capeamos el temporal.
¿Y la infinidad de especies que morirán, y el agua que comenzará a faltar, y la desertización del suelo? ¡Qué me cuentas! Pero si ya se están vendiendo parcelas en la luna y hay una graaaan lista de espera para hacer de turista en la Estación Espacial Internacional... Preocupémosnos de cosas reales y urgentes, como la persecución de los castellanohablantes en Catalunya. Yo mismo, cuando salgo de casa y me asalta un pensamiento en castellano, me cago de miedo. Será el calor...
Ciertamente, es la conjura de los necios.
Pero como dicen que la música amansa a los animales, vamos con un par de Tubitubis. El primero me lo estaba pidiendo Pily hace tiempo, así que no puedo dejar de poner a T.Rex en bolas (¿era así?)
¡Ay! Me temo que no era esto... Bueno, seguiremos buscando, jejeje. Pero mejor pongo algo mejor, ¿no? ¿Qué tal lo que sigue? Sin duda Muy Bueno.
Y para acabar, uno de mis grupos catalanes preferidos (y más internacionales), The Pinker Tones. Difícil, muy difícil elegir un vídeoclip de los que tengo a mano. Probemos con éste, más que nada por la versión "modelna" de esta especie de Betty Boop.
Y como no puedo aguantarme, ahí va otro, el que les dió la fama. Eso sí, un consejo: aumentad el volumen del altavoz, que se oye flojito no sé porqué (tal vez por ser catalán, jejeje).
Y ale, hasta otra.
Cualquiera, al menos cualquiera con dos dedos de frente, pensaría que lo más sensato en las actuales condiciones es poner manos a la obra y tratar de salvar el planeta, o al menos corregir todo lo que se pueda. Pero como vivimos inmersos, sumergidos más bien, en una sociedad de consumo, las Mentes Pensantes ya están barrinando cómo sacar tajada del asunto.
No me refiero a los Brillantes Pepe-Tochos de la costa mediterránea, los que han convertido gran parte de Murcia y Valencia en campos de golf imposibles y luminosos nichos de cemento, geriátricos psicodélicos con vistas al mar. No señalo a quienes se sacaron de la manga un Plan Hidrológico Nacional para llenar piscinas particulares y regar el césped de opulentos clubs de golf en secano, que ya son ganas de regar. No menciono a quienes han creado en Levante un Madrid Playa artificial mientras "denuncian" conjuras judeomasónicas y misteriosos nazismos idiomáticos, tal vez sacados de una mochila de ETA perdida el 11-M. Son miserables y punto. Con su pan (el nuestro) se lo coman.
Pero es que ahora el colmo de la tontura nos asalta. Así me entero por las noticias que las agencias de viajes, esos vendedores de postales tridimiensionales, se están reciclando para adaptarse al cambio climático que nos viene encima. Así resulta que las pistas de esquí están estudiando muy seriamente convertir sus instalaciones en campos de golf para cuando ya no haya nieve por la que deslizarse. O sea, que No Problem.
Igualmente, se pretende captar al típico turista que ahora viaja hasta el Norte de Africa, pues al subir las temperaturas los ingleses, alemanes y nórdicos que vienen atraídos por el sol y playa no tendrán casi que morverse de su casa. Vamos, que con un pequeño cambio de estrategia capeamos el temporal.
¿Y la infinidad de especies que morirán, y el agua que comenzará a faltar, y la desertización del suelo? ¡Qué me cuentas! Pero si ya se están vendiendo parcelas en la luna y hay una graaaan lista de espera para hacer de turista en la Estación Espacial Internacional... Preocupémosnos de cosas reales y urgentes, como la persecución de los castellanohablantes en Catalunya. Yo mismo, cuando salgo de casa y me asalta un pensamiento en castellano, me cago de miedo. Será el calor...
Ciertamente, es la conjura de los necios.
Pero como dicen que la música amansa a los animales, vamos con un par de Tubitubis. El primero me lo estaba pidiendo Pily hace tiempo, así que no puedo dejar de poner a T.Rex en bolas (¿era así?)
¡Ay! Me temo que no era esto... Bueno, seguiremos buscando, jejeje. Pero mejor pongo algo mejor, ¿no? ¿Qué tal lo que sigue? Sin duda Muy Bueno.
Y para acabar, uno de mis grupos catalanes preferidos (y más internacionales), The Pinker Tones. Difícil, muy difícil elegir un vídeoclip de los que tengo a mano. Probemos con éste, más que nada por la versión "modelna" de esta especie de Betty Boop.
Y como no puedo aguantarme, ahí va otro, el que les dió la fama. Eso sí, un consejo: aumentad el volumen del altavoz, que se oye flojito no sé porqué (tal vez por ser catalán, jejeje).
Y ale, hasta otra.
lunes, abril 09, 2007
Religión cuántica
Desde luego, cada vez que creemos saber más en realidad sabemos menos. Cuando uno estaba convencido de que la verdad radicaba en la ciencia y no en la religión, resulta que se produce otra vuelta de tuerca y lo pone todo patas arriba. A estas alturas ya ni siquiera lo tangible resulta fiable.
Ahora, cuando el pensamiento cartesiano era tenido casi como dogma de fe, viene la mecánica cuántica y nos torpedea la línea de flotación. Es decir, resulta que la materia no tiene esencia, está casi exclusivamente compuesta por "espacio vacío", resulta insustancial. Como dicen ciertos físicos cuánticos, lo más sólido que puede decirse es que la materia se asemeja mucho a un pensamiento. ¡Toma del frasco! Si resultará que el mundo es producto de nuestra propia conciencia...
Según los nuevos estudios científicos, la realidad no es tal como la vemos. Se podría describir como una no-cosa insustancial, muy alejada de lo que nuestros cinco sentidos nos hacen percibir. De hecho, es nuestro cerebro el que construye esa realidad mediante la información que le llega. Así se inventa los colores, que en realidad son longitudes de onda, y nos hace percibir todo un panorama de formas y volúmenes que no es el real. Porque la realidad sólo está compuesta por átomos y espacio vacío, es en nuestra mente donde adquiere la forma que nos parece auténtica.
No es que yo avale del todo la creencia de un "mundo interior y espiritual" que crea y recrea el mundo externo a su antojo, pero lo cierto es que todavía no sabemos nada. Claro que ciertos científicios modernos me dan la impresión de querer ser los modernos apóstoles de una Nueva Religión Cuántica. Así el insigne japonés Masaru Emoto nos sale con la "conciencia del agua". Nos explica el hombre que este elemento tiene una "alta retención de datos" y que si insultas a un volumen de agua antes de cristalizarlo obtendrás formas geométricas deformes en la estructura de sus cristales. Igualmente, si le haces escuchar música clásica, los cristales resultantes tendrán una gran belleza geométrica. Pues qué bien. Ya que resulta tan sensible, prometo no volver a denostar al agua, no era mi intención ofender.
Pero otros científicos sostienen lo contrario: que ser ateo es señal de poseer una mente sana e independiente. Así ya está en las librerías un interesante ejemplar: "El espejismo de Dios", de Richard Dawkins. Este científico, autor de "El gen egoísta", plantea la tesis de que la fe en Dios es un espejismo. Una frase demoledora suya dice que cuando una sola persona sufre una ilusión, se dice de ella que está loca, en cambio cuando son muchos quienes la sufren se forma una religión. Interesante reflexión, desde luego.
Realidad hueca o no, lo único cierto es que esta Semana Santa ha vuelto a llover a cántaros. ¿Tal vez por nuestra poca fe? ¿Tendrá algo que ver la religión cuántica?
Vamos mal. La realidad no existe y encima esá lloviendo.
Pero como mejor os dejo con buen sabor de boca, ahí va un par de Tubi-tubis de los que me gustan. Y ya que hablábamos de cierto personaje japonés, nada mejor que dos "Made in Japan". El primero de mis apreciados Pato Fu, con reminiscencias teleñequeras....
Y en el segundo, permitidme rescatar a Nancy Nova. ¡Qué tiempos!
Ale, feliz post-Semana Santa.
viernes, abril 06, 2007
Hacia cero
Como estamos en Semana Santa y la cosa se presta al recogimiento, hoy vamos a filosofear un poco. Bueno, suponiendo que un servidor sirva para eso, que ya es mucho suponer.
Vayamos por partes, como decía Jack el Destripador. Mi asidua colaboración en cierto programa de literatura de la radio me está obligando a leer una serie de libros que, siendo sincero, en condiciones normales no tocaría ni con pinzas.
Aunque la lista sería amplia y extensa, en esta ocasión quiero hacer especial hincapie en lo que para mí es la peor colección de papeles impresos que ha parido editorial alguna: los mal llamados libros de autoayuda. O bien llamados, porque sin duda ayudan a los autores a comer caliente... y parece que bastante más.
Hay una serie de autores que, en mi humilde opinión, apenas demuestra tener dotes para ganarse la vida vendiendo elixires milagrosos en una barraca de feria. En cambio, se están forrando a costa de muchas personas incautas que les siguen e idolatran con un fervor digno de mejor causa. Me estoy refiriendo a escritores como Paulo Coelho, Jorge Bucay o ese santón de opereta que firma como Osho. Hay más, desde luego, pero con estos tres uno ya se hace la idea de por donde van los tiros.
Lo que me fascina es el fenómeno en sí. Que cantidad ingente de lectores acuda a estos modernos popes de la Ignorancia Humana, deseando una ayuda para comprender su propia existencia, me retrata muy bien los tiempos que nos ha tocado vivir. Me explico, o lo intento al menos.
Dicen las estadísticas, esas cifras mágicas capaces de dar cualquier resultado según se interpreten, que el consumo de fármacos antidepresivos se ha disparado de forma alarmante. La angustia parece ser una enfermedad en extremo contagiosa que nos azota a todos, cual temible pandemia. Por ello no es de extrañar que se haya disparado el uso de ansiolíticos. En España, datos del año 2005, se vendieron 35 millones de antidepresivos, con un coste de 75.000 millones de las antiguas pesetas. ¡Menuda botica!
Pero no para ahí la cosa: una de cada cuatro consultas al médico de cabecera ya son por transtornos psiquiátricos, y de éstos el ochenta por ciento son debidos a ansiedades o depresiones. Se dice que el riesgo de un joven actual a caer en una depresión es tres veces superior al que tenía su abuelo. Vamos, que las enfermedades mentales están a la orden del día.
Dos de cada diez europeos declaran sentirse superados por la rápida evolución de las innovaciones tecnológicas, la incertidumbre domina nuestras vidas. Ya nada es seguro, vivimos inmersos en el "shock del futuro" que nos vaticinara Alvin Toffler en su libro. Cada vez más gente es incapaz de asimilar los cambios, tan rápidos, tan bruscos, tan radicales y complejos.
No es de extrañar que la angustia se cebe en nuestro espíritu y mucha gente confusa se vuelva hacia los fármacos, los libros de autoayuda y hasta el yoga, cuya práctica también se ha extendido.
Contra todo esto hay remedio, desde luego. Y no pasa por calentarse las neuronas con falsos profetas o llenarse el buche de pastillas atontantes. Ni siquiera por hacer posturitas, a no ser que a uno le guste hacerlas. El yoga puede ser muy bueno si se practica por gusto o deseo, pero no por necesidad. Entonces sólo hay que quitarle la sílaba "si" y tendremos el auténtico motivo.
¿Y cual es el remedio? La Tranquilidad, desde luego. El tomarse las cosas sin prisa, saboreándolas. Dedicar más tiempo a las cosas importantes y no pensar tanto en el dichoso trabajo. Mucha gente ya está adoptando la postura de trabajar menos, aún a costa de no ganar tanto, para vivir mejor. Se está empezando a comprender que no es necesario gastar tan compulsivamente ni poseer tantas cosas inútiles. Hay que tener muy claro lo que es necesario y lo que no.
El movimiento slow, del que ya he hablado en otras ocasiones, cada vez tiene más fuerza. No sólo ahora hay restaurantes que ofrecen cartas de comidas lentas (¡viva!), también algunas ciudades se apuntan a la moda y ofrecen zonas por las que pasear sin ajetreos, con relajamiento. Volvamos a disfrutar del tiempo por sí mismo, con calma.
Aunque sea leyendo un libro, qué caramba.
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