Que me perdonen los futboleros de pro, pero es que me da la risa floja. Supongo que no vale decir eso tan manido de "ya os lo decía yo...", pero así son las cosas y así se las hemos contado, jejeje.
Vamos, que España (esa unidad etérea en lo crispacional que nos venden a todas horas) no ha tenido nunca selección, ni de futbol, ni de carreras de sacos, ni de gaitas. Que un equipo es otra cosa, una estrategia, una conjunción de elementos, un sacrificarse por el bien común, trabajar por una meta general, colaboración y sacrificio. En cambio aquí sólo van cuatro pelanas a lucir palmito y vivir de la moma, a hacer el figurín hasta que se tropiezan con un Equipo de Verdad. ¡Menuda chorrada ganar a equipos inferiores! ¡Qué gran cosa es pasarlas canutas con Arabia Saudí! Si les interesa, pueden jugar en la liguilla que han montado los peques de mi pueblo, seguro que con algo de esfuerzo hasta se clasifican... ¡Y ahora el Bien Pagao dice que ya vale y lo mismo dimite! A buenas horas mangas verdes... ¿Devolverá el dinerín que ha cobrado por no hacer nada digno de recuerdo? Me temo que no. O sea, todos aquellos que teníais el coco comido con el "¡A por ellos!" de los c*j*n*s, espero que os lo toméis al pie de la letra. Ahora iréis a por ellos, ¿verdad? Se lo merecen.
Por cierto, yo hasta la fecha no he visto ni un sólo encuentro de esos de butifarrada entre amigos... Ahora sí que pienso ver los partidos del Mundial, porque Ya Hay Mundial de Verdad. Algunos encuentros prometen ser interesantes y disfrutaré como un enano poniéndome a favor de quien me guste más, ya sea Brasil, Argentina o Inglaterra. Italia no, que son una especie de España pero más marrulleros. Pero nada de sentir los colores patrios ni monsergas por el estilo. Disfrutemos del buen juego, de las estrategias y del desarrollo en el campo. Futbol y sanseacabó. Como tiene que ser.
Pero como no todo han de ser pelotas, volvamos la mirada a lo que ha dado de sí esta semanita. Primero, me congratula saber que la gran (metafóricamente hablando) Kylie Minogue vuelve a los escenarios. Los australianos tienen aparte de canguros buen cine y buenos cantantes (en este caso también cantantes buenas, jejeje). Espero ver algún día en directo a la resultona Showgirl...
Y un gran deceso ha conmovido el mundo... al menos el de la tele. Se nos ha muerto Aaron Spelling. ¿Cómo que quién? No, al final pensaré que los que me visitáis estáis un tanto "fuera de órbita". Bueno, para los que no se enteran: el amigo Spelling ha sido uno de los productores de televisión más influyentes. Responsabilidad suya han sido series míticas como Los ángeles de Charlie, Starsky y Hutch, Vacaciones en el mar, Dinastía, Sensación de vivir, Melrose Place o más recientemente Embrujadas. Y me dejo muchas en el tintero... Resumiento, que este hombre ha influído mucho más en la manera de pensar y comportarse de varias generaciones que muchos científicios y filósofos, más incluso que Gene Roddenberry y su en comparación escuálido Star Trek. ¡Toma con la tele!
Y eso me lleva al genial Billy Wilder, de quien hicieron un homenaje en La 2 este fin de semana. Para mí el cine ha dado dos grandes genios tanto cinematográficos como literarios, es decir gente que se mueve con igual soltura en ambos medios. Me refiero a Grouxo Marx y a Billy Wilder. Oírles lanzar frases es una experiencia de lo más estimulante. Por ello no me extraña que Wilder diga cosas como: "Durante años trabajar en cine fue algo indigno y vergonzoso... hasta que inventaron la televisión". Magistral. En su epitafio reza: Soy escritor, pero nadie es perfecto. No puedo añadir nada más. Eso sí, aconsejo que visionéis cualquiera de sus películas, vale la pena.
O sea, que de nuevo la ficción ha resultado mejor que la realidad. ¡Qué le vamos a hacer!