Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

sábado, abril 22, 2006

Especial Sant Jordi-Dia del Libro

Pues eso, que hoy (y mañana, especialmente mañana) la cita está en la calle. ¡Viva el Día de Libro que por magia de los libreros se ha transmutado en el Fin de Semana del Libro! Yo me largo a la caza y captura de ejemplares, ya habrá tiempo de hacer inventario en otros posts.
Sólo un apunte personal: me he hecho socio de una ONG: Ayuda a la Lectura. Incluso he apadrinado un libro. Con mi ayuda un pobre ejemplar del Tercer Mundo Editorial (un poemario escrito por matemáticos en el paro, con una tirada de treinta y siete ejemplares) podrá optar a labrarse un hueco en la biblioteca nacional de Tegucigalpa, junto a la figura disecada del último lector de las Montañas Apalaches, víctima de apopejía mientras leía un número del Vogue.
Creo que ahora es un buen momento para colgar un escrito mío que publiqué hace un tiempo en la llorada Nitecuento (algún día he de escribir sobre tan maravillosa revista y su maravillosa creadora ;-D). El escrito tal vez esté desfasado en cuanto a datos, pero su espíritu sigue siendo por desgracia muy actual. Así que lo copio y me evito escribir algo nuevo, jejeje.


¿CRISIS? ¿QUÉ CRISIS?

Confesémoslo: la mayoría de nosotros, pecaminosos amantes de la lectura, fervientes obsesos de la letra impresa, hemos sentido el ardiente anhelo de llegar a ser auténticos escritores consagrados. Lo que es peor, algunos soñamos todavía con semejante locura, empecinados en emborronar cuartillas con la vana esperanza de saltar a eso que de forma heurística ciertos pensadores han definido como El Gran Público. Vano intento, aceptémoslo de una vez por todas: el Gran Público ya no existe.
Año 2002: se produce un parón técnico en las ventas de libros, la crisis económica generalizada hace que los editores españoles se replanteen su estrategia comercial. Ya no sirve de nada editar de forma compulsiva con la única meta de ir llenando estanterías, es preciso enganchar al público, crear nuevos lectores. ¿Queréis cifras? Tomad cifras: en 1992 se editaron 39.000 títulos en España, llegando hasta los 60.267 en 2001. Pero, ¿quién demonios puede leer todo eso? Tan descomunal aumento de títulos editados provoca una inflación que el sector no puede digerir. Las tiradas medias han ido rebajándose y los libros no tienen mucho más de un mes de vida en las librerías, siendo desbancados por otros nuevos para ir a ocupar sitio en el almacén del librero. Las ventas han bajado sencillamente porque es materialmente imposible vender tanta novedad. A eso se le llama morir de éxito.
Los libreros, dichosos ellos, todavía no han notado la tendencia y siguen con los estantes llenos a rebosar, las mesas de novedades pletóricas de títulos hasta el punto de tener que renovar cada semana. Cierto librero me decía que suelen recibir una media de 82 (¡ochenta y dos!) títulos nuevos al día, o sea unos 21.000 ejemplares anuales. A ver, seamos sinceros, ¿alguien se ha comprado, ya no digo leído, veintiún mil libros este año? La política del editor (una política importada de EEUU) consiste en ocupar espacio en las estanterías, incluso a codazos, evitando que lo haga la competencia. Resulta más barato editar por los descosidos que promocionar un solo título. ¿Se preocupan las editoriales porque el libro valga la pena? ¿Y qué más da si a pesar de todo vende? Lo malo es que semejante política comercial impide que el libro tenga vida, que llegue a funcionar el boca-a-oreja entre los lectores. ¿Quién no se ha encontrado nunca ante la incómoda situación de ir a buscar un libro recomendado que ya no estaba, desalojado por toda una retahíla de nuevos títulos absolutamente peregrinos?
La solución radica en editar menos y en hacer tiradas más cortas. Al menos, ésa es la tendencia que se está tomando en editoriales como Planeta (editan un 20% menos que hace un año), Edicions 62 (un 15 %), o Proa (un 15%) entre otros grandes. Tusquets y Edhasa, en cambio, mantendrán el mismo ritmo sin incrementarlo. Lo único cierto es que la media de tiradas se sitúa entre los 2.500 ejemplares y muchas veces las tiradas no se agotan, que no todos son éxitos como Cercas o Zafón (catalogados de "auténticos milagros" por sus propias editoriales).
Otro aspecto a tener en cuenta es la diversificación de los géneros que se está produciendo entre el público lector. La no ficción está desbancando a la ficción en lo que parece ser una tendencia irreversible, ya casi no existen esos lectores fieles que consumían una temática muy concreta y unos autores determinados. El propio best seller se ve amenazado y las ventas de un Stephen King, entre otros grandes nombres, han bajado en picado en los propios EEUU. Los lectores (lectoras en su mayoría) se han vuelto más volubles y mariposean sobre los títulos publicados decantándose en mayor medida hacia temas menos ficticios, más acordes con las problemáticas sociales.
Entonces, ¿dónde podemos encontrar a ese Gran Público que encandilar con nuestra acerada prosa? Me temo que únicamente en el hipotético caso que Steven Spielberg (o más modestamente Javier Fesser) nos compre los derechos de la novela para hacer una película, sólo entonces tendremos acceso a las grandes masas. Mientras tanto, desengañémonos, si llegamos a publicar lo haremos para minorías. Todo lo selectas que se quieran, pero minorías sin el menor género de dudas.
Hoy en día resulta relativamente fácil ser publicado por cualquier pequeña editorial de las muchas que pululan en el mercado, empresas que lanzan tiradas medias de unos quinientos ejemplares o incluso menos. Dependiendo de la distribución, que ésa es otra, hasta podemos disfrutar de nuestra media hora de gloria en la mesa de novedades de una gran librería. Parientes, amigos y conocidos podrán pasar y extasiarse ante la Gran Obra que hemos publicado. Pero que no se entretengan ni tarden demasiado en marchar, que hay cola y otros autores aguardan turno con su lista de parientes y amigos. Que no decaiga.
¿Crisis? ¿Qué crisis?


Y eeeeeso eeees todo, amigos. ¡Feliz Día del Libro!

5 comentarios:

escritor1 dijo...

Aviso a Navegantes:
Como parece ser que había problemillas de acceso a los comentarios, he quitado las imágenes y las pongo en un post aparte.
Como dicen por ahí, "Estamos trabajando en su beneficio. Disculpen las molestias"
(:-D)

Anónimo dijo...

¡Cachis! ¡Con lo que me gustan a mí las imágenes!
Bueno, que digo yo que para contribuir hay que escribir al menos un titulillo, si no qué narices vamos a vender. Tú ya tienes unos cuantos, mi enhorabuena. Yo aún sueño con esa media hora de gloria entre amiguetes, eso significará que he acabado una novela más o menos larga... ¡Y que me la han publicado!
Como me expresé en algún post en el desagüe... Si la escribo, genial; si me la publican, ya es la hostia; y si se vende bien y me compran los derecho para una peli, la rehostia... Creo que tengo que ponerme rápidamente a escribir, hasta dentro de unos meses, chao.

escritor1 dijo...

Pus nada, intentaremos "colar" imágenes de poco en poco. Hasta ahora no he tenido mucho éxito, pero a cabezota no me gana nadie, jejeje.
No, si lo de escribir lo hacemos muchos, no te creas. Lo malo siempre ha sido publicar, mejor dicho.... que te lean. Cuando puedas apartar tus pupilas del desagüe te remitoi a un nuevo post que voy a escribir sobre tan manido tema. Una noticia que me ha escandalizado, pero que contaré fuera de comentario. ¿Qué te parece cómo voy dejando caer la intriga?

Anónimo dijo...

Ahí, ahí, manteniendo la expectación... ¡Cómo se notan las tablas, leche!
De todas formas la expresión "cuando puedas apartar tus pupilas del desagüe" es muy acertada, hace tiempo que tengo a medias un par de cosas, pero de esas que tienes ya pensado todo el desarrollo no de las olvidaddas, y quiero acabarlas pero con lo del blog no encuentro el momento... Tendré que atascar el desagüe un poquito a ver si así acabo algo.

escritor1 dijo...

¡¡¡¿ATASCAR el desagüe?!!! Entonces sí que no circulará la cosa, jejeje. Te ha traicionado el subconsciente, me temo. ;-D