Pues eso, que yo también me rindo... y sin condiciones. Ha costado, que nadie piense lo contrario. Me he defendido como gato panza arriba antes de caer atrapado por la vorágine "bloggera". Pero como bien dice el refrán: "si no puedes vencerles, únete a ellos". Así que a partir de ahora seguiremos la corriente. ¡Ya tengo blog! A escribir paridas, ale.
Que conste que, a estas alturas, sigo sin saber para qué sirve exactamente el invento. De hecho me suena a diario, de esos que antes la gente escribía en cuadernos por las noches, antes de dormir. Principalmente se trataba de chicas en su paso de la adolescencia a la madurez (jejeje, es mi opinión) : "Hoy he coincidido con Él en el autobús. Se ha sentado delante mío mientras íbamos al instituto. ¡Dios mío, qué ojos más maravillosos tiene! Me ha mirado con una sonrisa angelical y yo casi me desmayo" ¡Ecs! Vaya con las hormonas, qué cursis son.
Siempre sospeché que tales diarios, por muy íntimos y personales que pretendieran ser, tenían cierto componente morboso. ¿A que sí, a que al final me lo leen? Vamos, no me creo nada nada eso de que sus autores los escriben sólo para sí. ¡Y un jamón con chorreras! Nadie, digo bien, nadie escribe sólo para sí. ¿A santo de qué vamos a emborronar páginas enteras para explicarnos a nosotros mismos lo que Ya Sabemos, ein? Ya, ya sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero como no van a leerme...
Mi tesis es que todos los que escribimos lo hacemos con la peregrina idea de que Alguien (un Alguien nebuloso y a ser posible numeroso) leerá algún día nuestras paridas. Y lo mismo da escribir un blog, un diario, la lista de la compra o los números de la Primitiva. ¡Deseamos que nos lean! Somos así de sádicos, somos así de masocas. La escritura es un medio de comunicación que requiere de un emisor y de un receptor. Vamos, resulta una tontería escribirse a uno mismo, ¿o no? "¡Hola, ¿cómo estoy? Yo bien, gracias." Claro que para gustos hay colores y lo mismo lo que yo digo (escribo, escribo) no es lo que otros creen. Vale, sólo hago constatar mi opinión al respecto. Puede haber gente que disfrute escribiendo en circuito cerrado, seguro que así tiene un lector fiel.
Queda patente pues que: a) tengo un blog, b) ni yo mismo me lo creo, c) aunque no tengo esperanzas, espero que Alguien lo lea y d) lo mismo me gusta y todo.
Bueno, como muestrario de intenciones me parece que este primer escrito-presentación mío es perfecto: no dice quién soy ni qué pretendo ni de qué voy a escribir. Pero me acabo de rendir y todavía no me atrevo a poner condiciones. Iremos sobre la marcha.
Eso sí, que nadie se fíe. Sólo me rindo por ahora...
4 comentarios:
Esto es como todo: empiezas muy formal y muy "no, yo no caeré" y acabas contando de qué color llevas los gallunbos, a jajajajajaja
Pues yo estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, fíjate. Lo que pasa es que hay mucho y mucha que lo que les va en realidad, es hacerse los estrechos, pero luego son de un exhibicionistaaaaa (y que les mola que les lean y les comenten, ¡no te digo! ¿A quién no? El cincuenta por ciento de un blog son los comentarios. Eso creo yo al menos). En fin, como yo sé que lo soy, y que lo peor es luchar contra ello, pues eso... que me dejo llevar por mí misma. JEJE.
Y enhorabuena por el blog. Has tardado, pero en fin, si ya lo tienes tú, ahora es cuando más me convence a mí tener el mío. AAJAJAJAJAAAAAAAAAAAA.
Amiga Pepa: Sólo puedo decir una cosa, y es que no llevo gallumbos, jejeje.
¡Viva la pepa!
Amiga Pily: No sabía eso del cincuenta por ciento. ¿Queres decir que ahora tengo que publicar comentarios? ¡Qué cansado resulta esto! Y claro, si comparas tu blog con el mío, sales ganando. ¡Así cualquiera! :-D
Nos leemos.
Tuvimos charla hace tiempo sobre esto en mi grupo de terapia. Será para repensarselo.
Una cosa fantástica de los blogs es que no tienen linea temporal real. En cualquier momento se puede volver al pasado a través de un comentario. como este por ejemplo en elque te digo tras leer el ultimo texto, "Veo que no te rendiste"
Publicar un comentario