Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

martes, mayo 30, 2006

De bombas y chocolatinas


Aquí no te puedes fiar ni del gato. Tiene bemoles que, por ejemplo, los ultraconservadores Estados Unidos de Reagan se convirtieran en un refugio para los pensadores radicales franceses que emigraban de su país en la década de los setenta. Gente izquierdosa como Foucault, Derrida o Barthes desarrollaron sus ideas en las universidades norteamericanas, criticando el mismo imperialismo que los acogía. Toda una corriente filosófica europea que se generó al otro lado del charco, donde la gente (al menos la gente pensante) estaba hasta los mismísimos del reaganismo.

Este pensamiento filosófico triunfó gracias a su mestizaje con la literatura, hasta el punto de ser un arma arrojadiza contra el neoconservadurismo de Reagan. Se generaron ideas impactantes como la de que toda la realidad no es más que un programa informático (¡eo, eo, Matrix!) o el principio de lógica no lineal que mueve Internet. Una pequeña revolución filosófica que de forma paradójica se fortaleció en el seno del conservadurismo. Y es que hasta en medio del desierto puede brotar una flor.

Estas reflexiones vienen a mi mente tras visionar una parte del terrible documental "Shoah", del también francés Claude Lanzmann. Sin duda mi tristeza de estos días estaba bien justificada. "Shoah" es un enorme documento de casi diez horas de duración, ofrecido en varios episodios cada domingo por La 2. La cosa es simple, y a la vez compleja. El director se limitó a contactar con supervivientes de los campos de concentración nazis, tanto víctimas como verdugos, y los fue entrevistando ante la cámara. No hay imágenes impactantes, nada de escenas tremendistas, tan sólo la palabra desnuda. Y resulta estremecedor.

Se me pone la piel de gallina oir a Abraham Bomba (con semejante nombre estaba predestinado) hablar con entera frialdad de las matanzas de judíos. Algo cansado oir al director preguntar en francés, esperar la traducción, oir la respuesta en alemán o en polaco y vuelta a escuchar la traducción al francés. Yo lo hubiera agilizado, quitado esperas. Pero así y todo, tal vez por ello mismo, una pesadez dolorosa envuelve al espectador. Duro, muy duro. No hay evasión en este documental. Y lo peor es que tampoco existe ficción: todo resulta dolorosamente auténtico.

Para despejarme un tanto leo y me entero que el "amigo" Hitler la cagó con la famosa esvástica. Este símblo, de procedencia hindú y cuyo significado sería "bien por venir" (¡jo!), era una marca que se hacía a personas u objetos para darles buena suerte. Parece ser que dicho símbolo incluso se utilizaba en Troya... y así les fue. El escritor Kipling, tal vez por su origen indio, solía utilizarlo a menudo hasta que el ascenso del nazismo lo hizo desaconsejable.

Decía que Hitler la cagó porque utilizó una esvástica (las aspas orientadas a la derecha en contraposición a la sauvástica, que tiene las aspas orientadas a la izquierda) pero en lugar de ponerla recta, la utilizó en posición oblícua. ¿Y qué siginifica esto? Pues según la tradición, si la cruz gamada se ve inclinada, es signo de mala suerte. De derrota, vamos. ¿Quiere esto decir que los nazis perdieron la guerra porque su líder cometió la pifia de no dejar la esvástica en posición horizontal? Interesante cuestión.

Claro que errores los cometemos todos. Leo y releo que cierto ex agente del Mossad, el servicio de inteligencia isaraelí, ha publicado un libro (Striking Back) donde narra cómo envenenaban a ciertos dirigentes palestinos que les estorbaban. El caso más clamoroso es el de Wadi Jadad, dirigente del Frente Popular de Liberación Palestina, verdadero cerebro de acciones terroristas y secuestros de aviones tan de moda en los años setenta. Al parecer Jadad, que vivía en Bagdad, era gordo y le gustaba mucho el chocolate. Murió en 1978 en un hospital de Alemania Oriental sin que los médicos supieran qué le sucedía realmente, su sistema inmunológico había dejado de funcionar. Ahora, gracias a Aharon Klein y su libro, sabemos que los israelíes le envenenaron a través de unas chocolatinas belgas a las que el hombre era muy aficionado.

¡Qué mundo más chocante el nuestro! Si a veces puedes desarrollar mejor tu pensamiento crítico en casa de la ultraderecha que en la tuya propia, si los verdugos de crímenes espantosos pueden hablar con tranquilidad sobre sus desmanes, si una simple imagen mal colocada puede traer mala suerte a una ideología y si una chocolatina puede llegar a matarte... entonces, ¿de qué podemos fiarnos? Ya decía Schopenhauer que cuanto más conocía a la raza humana más quería a su perro.

Pero tal vez todo eso sea de lo más normal, incluso la salsa de la vida. De acuerdo, vivimos en un mundo cambiante y puede que no convenga fiarse ni del gato, pero todo ello no ha de privarnos del placer de saborear a fondo nuestra existencia.

Una existencia repleta de bombas y chocolatinas.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué fuerte lo de la esvástica, ale, pues que se jodan, por listos...

Por cierto, espeluznante y a la vez brillante artículo.

escritor1 dijo...

¡Hola Pily! Tú lo has dicho, que les den por el chubirubi.
Y sí, hace unos días me están saliendo unos articulillos pelín espeluznantes. ¡Hay que cambiar de enfoque YA!

Suskiin dijo...

Yo había oído por ahí algo de que el símbolo provenía de la India pero no había ahondado en el tema (cosa rara ¿no?) Lo que me fastidia es que si era un símbolo que significaba algo distinto -y parece que positivo- que lo hayan espachurrado con usos tan...

Anónimo dijo...

Si cuando dicen que el chocolate mata resulta que parte de fundamentos históricos.
Bueno, lo de que la esvástica fuese adoptada por el nazismo ahora tiene su lógica, pues supongo que desde su punto de vista el mundo estaría mejor si ellos ganaban la guerra... "bien por venir".
Una inclinación de un símbolo supongo que es pura superstición; si una cruz se descuelga y queda boca abajo, todos acojonados que el anticristo merodea por los alrededores, y como la esvástica es igual pa arriba que pa abajo, ¡pues inclinada hombre! que hay que ser originales.

escritor1 dijo...

Eterea Sus:
Me sorprende que no conocieras el detalle... :-0 Precisamente es un símbolo hindú y que hunde sus raíces en el budismo, jejeje. Para aumentar tu sapiencia te diré que a veces se utiliza dicho símbolo como significado de renacimiento ("samsara"). Ale, ya sabes algo más. :-D
El formato definitivo en la bandera (fondo, color, tamaño) nazi se lo atribuye el mismo Hitler a su genio (?) en "Mein Kampf". Todo el mérito para él, no se lo discuto...

Amigo Rafa:
Curioso lo del chocolate que aputas. ¿Sabías que Gandhi hizo una campaña en contra del cacao, que consideraba una de las peores drogas de la humanidad? Ya nunca mirarás una chocolatina de la misma manera, jejeje.
Cierto en lo que dices. Lo que pasa es que la esvástica tiene su miga. Cuando las aspas están orientadas hacia la izquierda, es símbolo femenino y no tan positivo. En cambio, con las aspas hacia la derecha representa lo masculino y lo bueno. ¡Y que conste que no me lo invento yo, aclaro de cara a las posibles feministas furibundas! No te extrañe, pues, que inclinado sea signo de mal fario. Cada loco con su tema.

Anónimo dijo...

¿Chubirubi? Joder, me voy a tener que tatuar la palabrita para recordarla. XDDDDDD

escritor1 dijo...

¿Y dónde te la tatuarás, si puede saberse? :-D

Anónimo dijo...

Mmmmm ¡me lo estoy pensando! XDDDDD

escritor1 dijo...

Piensa, piensa. Pero luego me lo dices, ¿vale? :-D

Anónimo dijo...

Vale, ya... ¡uuups, lo olvidé! XDDDDDD

Anónimo dijo...

Desconocía el tema este de la esvástica. Es interesante. De esa miserable época hay mucho que analizar. Hay muchos callejones aún oscuros que bien merecen que sean alumbrados con un candil. Aunque el genocidio es un ejemplo lamentable de la pobreza del género humano, a mí me resulta espantoso tanto o más el lavado de cerebro a todo un país. ¿Cómo fue posible? ¿Cómo fue posible?

escritor1 dijo...

Yo aún diría más: ¿Cómo es que todavía no resulta más posible? Mira Guantánamo en la actualidad, por ejemplo... Pero siempre ha sido una constante histórica, no olvidemos las tristes guerras del opio en China, donde tanto chinos como ingleses y franceses masacraron millones de seres humanos. Por no hablar de la India bajo la bota del Imperio Británico, donde éstos les cortaron el pulgar a miles de mujeres hindúes para que no les hicieran la competencia con sus tejidos más baratos...
Aí que la pregunta es: ¿cómo sigue siendo posible? ¡Menuda es la tan cacareada "Civilización" occidental...! Y ya puestos, la Humanidad en peso.

Anónimo dijo...

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