Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

miércoles, mayo 10, 2006

¡Deprisa, deprisa!


No, no voy a escribir sobre la excelente película de Carlos Saura, tal vez porque estoy convencido que a muchos les sonará a chino. El tiempo no pasa en balde y muchas cosas, en especial las películas, se hunden en el olvido con pasmosa facilidad...

El motivo de este artículo se lo debo a mi querido tocayo, quien siempre tan atento ha tenido la amabilidad de enlazar mi blog en su página personal. Visitando la misma me he sorprendido al encontrar un antiguo enlace con otra página mía, "Escritores del Fantástico". Dicha cosa fue el primer intento de un servidor en las procelosas aguas de Internet. En realidad, se debe más a la cabezonería y el trabajo de mi compañero, José Vilches, quien se empeñó en embarcarme en dicha empresa. Así entre ambos (él más que yo) pergreñamos un rinconcito donde publicar ciertas paridas y de paso hacer alarde de nuestras obras (vanitas vanitatum). No ha pasado tanto tiempo, pero ya ni me acordaba. Y es que en Internet todo parece evolucionar mucho más deprisa y las nuevas generaciones no son ni de veinte ni de diez, ni de cinco años. De año en año, tal vez incluso menos, surgen nuevos conceptos, nuevas aplicaciones, y lo anterior se torna viejo. Vamos, háblale a un joven de hoy de los cassetes, las cintas de vídeo y las fotos en carrete para revelar, te mirará con pena y conmiseración pensando que eres una antigalla de la época de los dinosaurios.

Cuando mi llorado José Vilches (desaparecido en combate) montó la página de "Escritores..." aquello era una novedad, el no va más. Hoy en día hasta mi perro tiene una (bueno, no porque no le dejo, menudo es el tío). Ahora lo que mola son los blogs... ¿hasta cuándo?

No hace tanto que tener móvil era un signo de snobismo. Hoy en día si no tienes un multimedia que haga fotos y reproduzca mp3... un pda o un gps en el coche estás acabado, chico. ¡Carrozón, más que carrozón!

Yo no me preocupo demasiado. La cuestión es coger carrerilla y no perder comba. Vivimos en un mundo cambiante (sólo en lo superficial, que ésa es otra) y hay que seguir la moda. Sea como sea, un lema se ha convertido en determinante: ¡Deprisa, deprisa!

¿Para llegar a dónde?

13 comentarios:

Suskiin dijo...

A veces, tanta prisa da un poco de miedo porque todo va más rápido que nosotros y hay que tomar carrerilla para no quedarse atrás. He llegado a la conclusión de que ya que todos quieren ir tecnológicamente a la última, yo voy a ir a contracorriente, sin GPS y con faldas, aunque reconozco que ya no sabría ir sin móbil y que el ordenador me es imprescindible, pero ¿realmente necesitamos todo eso en nuestro día a día? ¿Y si un día se termina la energía y nos quedamos sin enchufes para cargar todas esas pilas de aparatos?

Jafma dijo...

Pues fíjate, yo trabajo en un centro supuestamente high-tech, en cosas supuestamente de lo más avanzadas que hay hoy en tecnología, y no tengo móvil :-) Simplemente, no me hace falta. Lo importante es saber dar la importancia correcta a las cosas (que depende de cada uno).

No sé dónde leí una vez (creo que en un libro de Marvin Harris) que la evolución del cerebro desde que el ser humano aprendió a hablar ha sido mínima y que muchas de las enfermedades de los países "civilizados" vienen de que es incapaz de adaptarse a esos cambios tan rápidos.

De hecho, todos esos niños que hoy manejan el móvil con el pulgar frenético habrá que verlos dentro de treinta años cuando les cueste la misma vida adaptarse al último modelo de burbujo-blog, agente comunicativo neuro-virtual :-)

escritor1 dijo...

Interesantes ambos comentarios, puesto que pertenecen a dos personas que a priori habrían de ser fanáticas de las Nuevas Tecnologías. Vayamos por partes.

Aunque estoy básicamente de acuerdo contigo, Sus, permíteme que no vaya como tú "sin GPS y con faldas", que no me depilo, jejeje. En cuanto a lo de terminarse la energía, no problemo. Tengo un móvil que va a cuerda.... Cierto, hoy si no gastas no vales nada. Lo del móvil es una exageración, pero sí tengo un reloj de bolsillo que funciona a cuerda y va como una seda. ¿Por qué gastar pilas, baterías ni narices, ey?

Hombre, tocayo, yo también me he resistido como gato panza arriba al móvil. Al final he caído y tengo uno de esos "modelnos" y extraplanos que abultan poco, aunque muchas veces me lo olvido. Sólo le veo la ultilidad cuando voy en coche, pues una vez me salvó al tener una avería a las tantas de la noche. En media hora tenía la grua y todo arreglado.
La ¿evolución? del cerebro desde luego es mínima y nadie se adapta, todos vivimos estresados y víctimas de un consumismo estéril. En ese sentido todavía tiene plena actualidad el libro "El shock del futuro" de Alvin Toffler. Ya en 1970 este pájaro decía: "En los dos decenios escasos que nos separan del siglo XXI, millones de personas corrientes, psicológicamente normales, sufrirán una brusca colisión con el futuro". ¡Qué razón tenía!

Jafma dijo...

Totalmente :-) Yo no es que sea acérrimo anti-móvil, es que simplemente, lo usaría sólo para lo que lo usas tú. Y como resulta que no tengo coche, pues al final no lo uso :-)

escritor1 dijo...

No tienes móvil, no tienes coche...
Chico, al final me convencerás que Realmente eres feliz. ¡Qué suerte y qué envidia! Tú sí que sabes.

Anónimo dijo...

Sí, lo reconozco, tengo móvil!! :-) pero como siempre me olvido de cargarlo, mis amigas siempre se encuentran con un mensaje de "el terminal al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento". O sea, que cuando no estoy fuera de cobertura, lo más normal es que estén agotadas las pilas y yo más feliz que un siete.
En cuanto al GPS, como no tengo coche ni intención de tenerlo, casi que me lo voy a ahorrar. Y total, en mi piso de 27,54 metros cuadrados normalmente me encuentro.
Ay, la tecnología. Como los relojes que iban con el pulso nada, oiga (bueno, sí, los de cuerda). Aunque conozco a un señor que siempre se le paraba, y es que no le gustaba hacer pulsos.

escritor1 dijo...

Sí dichosa tesnología. El otro día se me ocurrió regalarle un libro al peque de un amigo y me lo devolvió al cabo de poco "porque no entraba en la videoconsola" :-(
Lo mejor de los móviles es lo que fardas cuando los sacas para lucirlos delante de todos, es igual que sea para llamar a casa diciendo que vas de camino y llegarás en un minuto (que lo he oído, lo he oído)
Eso sí, me apunto a los relojes que van con el pulso. ¿Te echas uno? :-D

Anónimo dijo...

Ay, verás qué bien... deditos llenos de artrósis de aquí a unos años gracias a los sms. XDDDDDDDD

escritor1 dijo...

¡Jo, qué antigua! Que ahora se llevan los mensajes de voz, oyes.
Espera, lo mismo ya ham cambiado y ahora son video-conferencias y envío de imágenes...
¡Así no hay quien coja el ritmo, porras!

Anónimo dijo...

Creo que ahora se llevan los MMS, "mensajes mediante sonido" (tu dices "piiiiii" y le pita el odio al que le tienes tirria).

escritor1 dijo...

Pues en serio, hay un sistema (japonés desde luego) que utiliza el brazo como receptor. Te pones el dedo en el oído y oyes la llamada. Al parecer el sonido se propaga por el hueso hasta los tímpanos. ¡Juro que no es coña!

Anónimo dijo...

Me da igual, ¡con artrosis en los dedos todo el mundo, porque lo digo yo!

escritor1 dijo...

¡Señor, sí señor!