Vamos a sentar ciertas bases: Este blog pretende ser muy ecléctico. Es por ello que intento saltar todos los días de un tema a otro, eludiendo en lo posible mis fijaciones personales... que no son pocas. Por ese motivo hoy me he propuesto cambiar de tercio y escribir sobre televisión. Lógicamente tenía que referirme a mi serie preferida: "El doctor House".
Si hay en el mundo una biblia sobre el mundo del espectáculo, sin duda se trata de la revista Variety. Lo que no salga en semejante medio no cuenta. Por ello resulta sorprendente descubrir que dicha publicación dedica todo un reportaje a estudiar el fenómeno del doctor House en España. Porque parece ser que el buen doctor donde más arrasa es en nuestro país. Y entonces los expertos de turno sacan sus estrambóticas teorías. Resulta que a los españoles nos gusta tanto tan excéntrico personaje porque "llevamos desastrosamente gobernados durante siglos" ¡Qué ojos de lince! Por semejante motivo como nación en peso nos oponemos a las normas y ensalzamos a quien las rompe. En este país se admira "genios individualistas como Pablo Picasso", aparte que "el humor español es oscuramente grotesco" y es fácil "sentir simpatía por un doctor lisiado y adicto al Vicodin que heroicamente busca la verdad". ¡Jolines con los de Variety, nos ponen a caer de un burro! Con lo fácil que hubiera sido decir que nos gusta House y punto...
Aparte de que considero una memez todo lo anterior (una memez estadounidense, puestos a etiquetar, ey), para mí que los chicos y chicas de Variety o no han visto o no han comprendido la serie. Cierto que el personaje principal tiene una lengua muy afilada y nos cae bien su mala baba, sus actos transgresores y, ¿por qué no decirlo?, ese aspecto desvalido del que se sirve no ya como defensa, si no como ataque. El gran actor británico Hugh Laurie borda su papel, hay que confesarlo. Aparte de salir en películas tan dispares como "Sentido y sensibilidad" o "Stuart Little", yo aún lo recuerdo haciendo de disoluto y esperpéntico príncipe George o de capitán en las trincheras en varios episodios de "L'escurçó negre". Y es que Hugh Laurie está considerado como un gran actor cómico en Gran Bretaña, incluso ha escrito un thriller de humor negro que dicen los entendidos no está nada mal.
Pero no es sólo la labor del actor y sus acompañantes lo que hace engancharnos a la serie. Unos guiones perfectos, donde se trata grandes temas (la pena de muerte, la ayuda humanitaria al Tercer Mundo, la religión, el dopaje en el deporte, el propio código deontológico de los médicos) sin olvidar las relaciones personales o familiares, con sus miserias siempre a flor de piel. Se nutre tanto de suspense como de drama y toques de buena comedia, haciendo un cóctel realmente original y atractivo.
El avispado e inteligente director Bryan Singer ("Sospechosos habituales", "X-Men") junto con el guionista David Shore ("Ley y orden") han sabido dar en la diana. Con una estética de efectos especiales a lo "C.S.I." , un método de investigación sobre extrañas enfermedades que aplicaría el mismísimo Sherlock Holmes y unos diálogos dignos de Gruxo Marx (un Grouxo más cínico si cabe) han creado una serie realmente buena, incluso adictiva. Divertida y estimulante, simpática y cruel a un tiempo. Te entretiene y te hace pensar. ¿Qué más se puede pedir a la tele?
¿Somos raritos los españoles porque nos gusta "House"? A mí me preocupan más los índices de audiencia de "Salsa rosa", por ejemplo.
¿Es eso malo, doctor?
10 comentarios:
P´os yo como no la he visto, no puedo opinar. :-(
Pues no sabes lo que te pierdes.
Vale, yo me considero serie-adicto y quizá mi opinión puede que sea demasiado subjetiva, pero a mí me enganchó desde el primer episodio que vi. Que el tío tiene un humor negro y una mala leche cojonuda, sí, pero como él dice... es patético. Yo lo sigo por la Fox (soy afortunado) y en los últimos episodios su petetismo le hace más humano. Aparte del personaje principal están sus "acompañantes", Wilson, jefe de oncología (muy buena su relación con House) y la directora del hospital ¡Leches! Ahora no recuerdo su nombre; entre todos ellos y los casos extraños que deben diagnosticar, se te hacen unos episodios muy interesantes y amenos.
Debo de reconocer que algunos los he visto hasta tres veces (que sí, que engancha) y analizándolos un poco he encontrado incoherencias en sus situaciones, pero bueno, nada ni nadie es perfecto... ni siquiera House.
Me pasa como a Pily, que tampoco la he visto, pero voy a opinar de oido, ya que algunas de mis amigas son adictas a la serie.
Lo 1º es que el actor trae de cabeza a las féminas por lo que he comprobado. Su look ácido gusta, es más resulta altamente atractivo.
Por otra parte, me han contado que las historias son muy buenas, lo que nos lleva a que la serie tenga éxito por su propia calidad y no porque los españoles estemos algo tarados (vamos, por lo que dicen en Variety, lo estamos del todo... luego tenemos una fama que no hay forma de quitarse. Antes teníamos fama de ir todos de folklóricos, ahora de tener un humor grotesco y de más cosas).
Y sí, los indices de audencia de programas caspo-rosas son más preocupantes.
Yo tampoco la he visto mucho, pero el otro día vi un trozo y parecía que le habían añadido cosas de CSI (pero sobre médicos), incluyendo esas escenas que me gustan tanto cuando estoy comiendo en las que se aprecia perfectamente el crujir de las vísceras cuando se resienten por alguna herida...
En general, las series (o lo que sea) que están fabricadas a propósito para llamar la atención y sorprender no me suelen sorprender, así que no me tienta mucho, la verdad...
¿Sólo crijir de huesos? Pues te has perdido las punciones lumbares y craneales... de media hay casi una por episodio.
¡Vaya panda de nenazas! (con perdón para las damas) ;-D Así resulta que el único que da el callo es el amigo Rafa, ¿eh? Lo cual no me extraña, porque Rafa es capaz de tragarse hasta "Los pitufos" interpretados por el Fary, jejeje. ¡Pues os quiero a todos haciendo los deberes! Os tragais una episodio enterito y luego me decís si engancha o no engancha, ale.
Estoy de cuardo contigo, tocayo, en que ahora todas las series se pasan con eso de enseñar víscera y demás. pero dentro del lote no es House la más fuerrrte. Y lo que apasiona en verdad, aparte del personaje central que es un hallazgo, son sus argumentos. En uno parecía que te estuvieran explicando la vida y milagros del ciclista Armstrong. Y cuando House ha de curar a un condenado a muerte... para que lo ejecuten en la silla eléctrica. O la monja que tenía un diu viajero, jejeje. Nada, nada, hay que verla y luego me diréis. Tiene una gran cualidad sobre las otras series: Es Inteligente y además sin moralina.
Bueno, intentaré vencer mi proverbial aprensión a los entornos hospitalarios. Pero sólo porque has insistido :-)
Oye, que no te has equivocado, salvo por el Fary yo he sido un admirador fiel del Padre Abraham y sus pitufos; tenía toda la cole de comics y me gustaba verlos por la tele...
¿De dónde venis a mí?
Del país del pitufín
¿Por qué soís de tono azul?
Porque no hay vientos en el Sur
¿Tocais alguna tonada?
Con una flauta encantada
Si te quieres divertir,
vente conmigo a su país...
Eso sí, más que la pitufita me ponía (en el buen sentido, claro) Gárgamel y su gato Azrael. Bueno, para los que no conocéis las historias de los pitufos deciros que hay una en la que uno de ellos quiere viajar a la Luna y todos los demás le hacen creer que efectivamente ha viajado, esa es cojonuda.
Joé, ésa de la luna es genial :-)
Cierto, los Pitufos de Peyo (Els barrufets que yo conocí en la mítica revista "Cavall fort" de mi niñez)eran muy buenos. Y también sentía favoritismo hacia Gargamel y su gato Azrael, cuyas motivaciones entendía... aunque yo prefería a Jan y Trencapins (no sé cómo los traducían al castellano, sorry). Sobre todo el ayudante me fascinaba por ser una especie de Sancho Panza en joven... y bajito.
De todas formas, la serie de dibujos animados que hiciera Hanna Barbera es de juzgado de guardia, como me ha parecido igual al ver las de Lucky Lucke, el marsupilami y Fantasio, para poner otros ejemplos. Lo que en los cómics era magnífico, en la tele resulta penoso y casi de encefalograma plano. Y es que los americanos (los productores de dibujos americanos, ey) sólo saben pasar la apisonadora por todo lo que hacen, dejándolo igual de tontusco y sin gracia. ¿Todavía no se han dado cuenta que los mejores dibujos son los que se hacen para gente inteligente? ¿Quién no añora el Bugs Bunny original, el de "que hay de nuevo, viejo", capz de las mayores tropelías? A ese respecto avanzo un tema: voy a meterme con Los Simpson. A ver si alguien descubre por qué y desde cuándo me da repelús una serie tan exitosa, jejeje.
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