Capitulaciones del intelecto

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.

Groucho Marx.

viernes, mayo 19, 2006

¿La caída del imperio?

Ante todo, a pesar de que yo no soy culé: ¡Visca el Barça! Un gran partido y una buena final, yo disfruté de lo lindo. Felicidades al equipo, así como a todos los socios y simpatizantes, que ya tocaba ganar otra copa.

Pero vayamos al meollo del asunto. Si alguien quiere leer un interesantísimo post sobre lo difícil que resulta descansar cuando los forofos andan sueltos, sin duda ha de clicar en esta dirección:

http://suskiin-vestidaxelmundo.blogspot.com/

Reconozco que yo soy incapaz de explicarlo mejor, tal vez porque no lo he sufrido en mis propias carnes. Mejor cambiamos de enfoque.

Vamos a ver, ¿cómo es posible que cada vez que se celebra un triunfo deportivo en las Ramblas se acaba en una batalla campal? Saqueos, pillajes, detenciones, heridos, contenedores y mobiliario urbano quemados por un valor de más de 100.000 euros... ¿Estamos ante la caída del Imperio, el asalto final de los bárbaros?

La cosa ya no hace gracia. Lo que ya se había convertido en toda una tradición, asaltar el McDonald's de turno y pintarrajear sus paredes con mensajes independentistas, cada vez adquiere proporciones más gigantescas. Ahora el pillaje se ha enseñoreado de estas acciones. Muchos de esos gamberros aprovechan la ocasión para "ir de compras". Tiendas como Levi Strauss, Springfield o Decathlón se vieron asaltadas y vaciadas de género. Vamos, una Operación Rebajas en toda regla.

¡Y quién sale perdiendo con todo eso? No las grandes cadenas de tiendas, desde luego. Respecto a los escaparates, tienen sus seguros. Y las compañías aseguradoras se harán cargo de los desperfectos, pero en contrapartida aumentarán sus cuotas no sólo a las cadenas, a todo el mundo en general. Los establecimientos pagarán el aumento de cuota y a su vez, para compensar, subirán los precios de sus productos. Al final aún tendrán más ganancias.

Todavía recuerdo, hace ya muchos años, como un responsable de El Corte Inglés me explicaba que en el balance de resultados de la cadena ya estaba incorporado cada año un asiento de pérdidas y ganancias, donde se reflejaba en millones lo que se perdía por los pequeños hurtos en las tiendas. Pero que nadie se asuste. Una ligera correción en los precios y.... ¡ale hop! Donde había pérdidas vuelve a haber ganancias. O sea, que los clientes honrados que no roban, los que sí pasamos por caja, pagan el pato de tanto estropicio. En el precio final de lo que compran hay un recargo para compensar el gasto de los hurtos realizados pòr otros individuos menos escrupulosos. Vamos, que somos nosotros, sufridos consumidores de a pie, quienes estamos financiando el latrocinio que se produce en las grandes cadenas.

De igual forma sucede con el mobiliario urbano. Los ayuntamientos ya se saben la cantinela. ¿Que hace falta colocar nuevos contenedores, papeleras, semáforos...? Ningún problema, se aumentan los impuestos municipales y ya hay dinero para la nueva partida presupuestaria. ¿Y quién paga sus impuestos de forma religiosa? ¿Los exaltados que queman contenedores y rompen señales de tráfico? No me parece, que acostumbran a ser tipos sin oficio ni beneficio (y no generalizo, que hay de todo). Pero el pobre ciudadano cumplidor, ése pagará sin rechistar (o rechistando por lo bajini). Resumiendo, que los ciudadanos honrados estamos financiando a tanto gamberro suelto. Así tanta salvajada nos está costando el dinero a nosotros, a quienes somos incapaces de romper nada y mimamos el mobiliario urbano porque sabemos que es de todos.

Mmm. Mal negocio, a fe mía. Sin duda hay que encontrar una solución, porque tal y como están las cosas esto sólo puede empeorar cada vez más. Es como si estuviéramos dándoles piedras a los gamberros para que apedreen nuestros cristales. No me parece lo más acertado.

Aviso: como no se encuentre una solución pronto, lo mismo yo también me veré obligado a comprar Levi Strauss las noches que gane el Barça.

El que avisa no es traidor.

10 comentarios:

Suskiin dijo...

Cuando el botellón pude comprobar con mis propios ojos (y con las gafas puestas) que los llamados incontrolados sí que fueron quienes rompieron los cristales del establecimiento de la tienda de congelados (que supongo también contemplará la cuota para estos desmanes) pero pasaba gente la mar de normalita por la calle, veía que estaban expoliando la tienda, entraban y salían con bolsas de congelados (y encima las guardaban en bolsas del establecimiento para mayor comodidad).
No se me ocurrió ni por asomo acercarme a las Ramblas el famoso día de la celebración (además de que le tengo pánico a las multitudes) pero vi algunas imágenes. Igual esas personas creen que, como ya han roto los escaparates otros, no es robar lo que hacen... ¿no lo es?
Ver como quema un contenedor debajo del balcón de tu casa da bastante miedo. Las llamas suben muy arriba. Sé de buena tinta el poder que puede llegar a tener el fuego para devastar.
Aparte de eso, no sólo están los que queman contenedores y saquean tiendas, sino simplemente aquellos que han venido a celebrar, que les importa un pimiento el barrio y dejan a su paso desde latas vacías de cerveza y refrescos hasta la pota que ya no les aguantaba del pedo que algunos llevaban.
En fin, para alquilar sillas.

Anónimo dijo...

Si no he entendido mal, hoy la asociación de comercios ha pedido que se cierre Canaletes cuando haya celebraciones del Barça. Parece ser que (por fin) se estan planteando reconducir la aglomeración espontanea en una fiesta más o menos controlada y en una zona aïslada.
Veremos si lo ponen en práctica.

escritor1 dijo...

Realmente, por lo que me contáis y por lo que he visto y leído, la cosa se parece a un estado de sitio. Vamos, que en estas "celebraciones" surge el salvaje que muchos llevan dentro. ¿Falta de civismo, de cultura, de todo?
Manda huevos, que diría aquel personaje. ¡Resulta que hay que cerrar los comercios como si viniera un huracán incontrolable!
Bien, eso me recuerda otro refrán: "Cría cuervos, que te sacarán los ojos" Los clubs de fútbol, aparte de la sociedad en general, han amamantado a esos indeseables que, a la menor oportunidad, campan a sus respetos destrozándolo todo. Recordemos que fue el infausto señor Gaspart quien pagaba a los Boixos Nois para "dar ambiente". Sin comentarios.

Anónimo dijo...

Sorak dijo: "Si no he entendido mal, hoy la asociación de comercios ha pedido que se cierre Canaletes cuando haya celebraciones del Barça."

Si, y el alcalde también lo ha icho, pero con todos los respetos: hasta que no lo vea no lo voy a creer. Ojalá los comerciantes tengan fuerza suficiente, pero dudo mucho que el Gran Hacedor del Forum y propulsor de la Barcelona Pija se enfrente a un club capaz de mover y sacar a la calle una tan descomunal masa de gente. Sí, ya sé que, con la boca pequeña, "amenazó" que habría que tomar medidas y tal, pero... una cosa es ordenar perseguir a los top-mantistas o las pobres prostitutas y a sus clientes, y otra muy distinta desairar a los poderosos.

escritor1 dijo...

¡Ey padrino! Te noto un pelín mosqueado con tan Fantástico alcalde, jejeje. ¡Pero si la medida es genial! Imagínate, todo el mundo cierra sus negocios y sus casas para que los vaqueros del poderoso ganadero Darell campen a sus respetos. ¿No te suena la peli? ¡Sí señor! Dodge City, ciudad sin ley.
Nada, nada, que la historia se repite y ahora, sin comerlo ni berberlo, Barcelona se ha convertido en una ciudad del Far West.
Y es que no hay nada como ser o pertenecer a algo o alguien poderoso para hacer lo que venga en gana. ¿O no?

Anónimo dijo...

Yo creo que el tema "celebraciones" está bien siempre y cuando se diferencie del vandalismo puro y duro... Que se hace ruido y no te dejan dirmir ¡Leches!, que sólo han sido un par de veces este año y una el pasado, desde el Dream team que lo ganaba todo han pasado varios años de sequía, y eso sí te deja dormir; un poco de ruido en las celebraciones es hasta saludable.
El tema de quemar contenedores, arrancar cabinas, romper escaparates y llevarse lo de dentro de las tiendas como quien no quiere la cosa, eso sí que es intolerable y es lo que hay que atajar, aunque no creo que sea prohibiendo las celebraciones en Las Ramblas.
Si yo celebrase el triunfo de mi equipo (soy del Barça, así que aquí lo tengo crudo para celebrarlo), te aseguro que no me dedicaría al pillaje ni al vandalismo, pero no quitaría que cantase, bailase y me uniese al festorro.
Celebración, sí...
Vandalismo, no...

escritor1 dijo...

¡Nos ha fastidiado! Claro, como a ti te pilla lejos el alboroto no te importa, jejeje. Y no te creas que sólo ha sido un par de veces, por cualquier motivo (ganar al Madrid... ¡hasta ganar el Gamper!) se monta la juerga padre. A veces incluso cuando se pierde salen los incontrolados de turno. Está bien celebrar las cosas hasta horas avanzadas, hacer una rua y todo eso, pero si a las tres de la mañana los bocinazos y trompetazos no te dejan dormir y encima tienes que madrugar, ¡maldita la gracia!
Y encima rompiendo y robando.... Si son un grupo de incontrolados, exigimos que los controlen YA.
O eso o que los manden a tocar los bemoles a Madrid. Por cierto, ¿cuál es tu domicilio, ya que a ti no te importa el jolgorio? ;-D
Es broma amigo Rafa, entiendo muy bien lo que dices y estoy de acuerdo contigo. Resulta muy bonito celebrar triunfos, pero sin molestar en exceso a otros.

Anónimo dijo...

He de reconocer que vivo bastante alejago de La Cibeles, pero mi barrio no se caracteriza por tener gente silenciosa y con modales... Vale, vivimos en él, pero somos una excepción ;-)

escritor1 dijo...

¿Una excepción a qué? ;-D

Suskiin dijo...

Lo que yo decía: que nos de su dire y le enviamos a Manolo el del bombo o al gitano de la cabra de los sábados por la mañana a la hora de mercado. Pero a las tres y media de la mañana, jejejeje!