¡Viva la Pepa! Ya es Primero de Mayo, Dia Mundial de los Trabajadores. Bien, como yo soy rarito aprovecho la cosa para reflexionar a mi manera... que sin duda no será la "oficial".
Hubo una vez un señor llamado Marx que un día se dió cuenta que la clase obrera era realmente el motor de la industrialización. Este señor, mira por donde, dijo que si los obreros eran quienes realmente producían, también era lógico que fueran quienes se repartieran los beneficios y, siendo mayoría, controlaran el sistema. Nada de ser mano de obra barata para engordar a los patronos. ¡Qué barbaridad, qué disparate! Pero hete aquí que los empresarios, la derecha para entendernos, siempre han sido muy cucos, que por eso suelen medrar sin trabajar. Y tras largo tiempo de dimes y diretes han convencido a los obreros que lo que en realidad se debe repartir no son los beneficios, es... ¡el trabajo! Que sí, que hoy en día el bien más preciado resulta ser el trabajo. La gente se mata por tener uno, aunque les paguen una miseria por dar el callo un montón de horas. Que se lo pregunten a la nueva generación, los llamados mileuristas que malviven con cuatro chavos a remolque de sus padres, sin poder independizarse ni ahorrar, alucinados porque con el sueldo de dos o tres meses pueden comprarse un DVD o una tele de plasma que encajarán en su cuarto, gastando a manos llenas sus sueldos miserables sin percatarse que hipotecan su futuro.
Entonces llega el nuevo fenómeno de la inmigración y aquí tenemos a los obreros del mundo capitalista, regalando trabajo "de segunda" a los pobres que llegan del Tercer Mundo. ¡Qué bonito, que enternecedor, qué solidario! Los sindicatos se convierten en gestores que defienden a los obreros ya consagrados (funcionarios, empleados fijos), mientras no saben, no quieren o no pueden meter mano para ayudar a mejorar las condiciones de los nuevos proletarios, los jóvenes que acceden por vez primera al mercado laboral, los sin-papeles o emigrantes que se prestan a los trabajos más viles por sueldos infinitesimales.
¡Viva el Primero de Mayo! Y digo yo: ¿qué se celebra, una derrota? Con los sueldos casi congelados mientras las empresas ganan beneficios a todo tren, los obreros no cualificados peleándose como lobos por quedarse con algún trabajo-despojo, la amenaza sempiterna para todos de que "si tú no lo quieres, otro lo hará por menos", los precios disparados y una nula capacidad de ahorro. Y encima orgullosos por pertenecer a una economía libre de mercado, faltaría más.
¿Nadie se da cuenta que por primera vez en mucho tiempo la joven generación gana y tiene menos seguridad que sus padres? Se ha invertido la tendencia, ya no vamos de menos a más, caminamos como los cangrejos. Cada vez cuesta más independizarse y es más caro el gasto energético: miremos la factura de la luz, del gas, del agua, de la gasolina... Cerca de cuatro millones de inmigrantes (¡Ey, Cuatro Millones!) ocupan los empleos peor pagados. Pero también muchos jóvenes se lanzan a trabajar como autónomos sin comprender la trampa que representa estar al servicio de empresas sin contrato y, por ende, no estar asegurados. Sin derecho a vacaciones, con horarios interminables y siempre con el miedo a que las empresas prescindan de sus servicios. Mano de obra barata, vaya que sí.
Menudo panorama se nos presenta. Pero sin duda mucha gente irá a "celebrar" el Primero de Mayo. Incluso podemos invitar a los últimos recién llegados en pateras. Yo ya tengo un eslógan y todo: "Ven y empobrece". ¿A que mola?
6 comentarios:
Aquí está la Pepa para que no se diga que no vive.
¡Que viva, que viva, faltaría más! Y yo que me alegro... ;-D
¡Qué viva la Pepaaaaaaaaa! (¿Eh? ¿Qué? Es que aquí no había comentado, jeje. Además, qué leches, ¡que viva la Pepa! Pues claaaaroooooooooo ;-))
¡Snif! Para una vez que hago un post crítico y "maduro" los únicos comentarios que provoca son "Viva la Pepa".
Para cortarse la coleta, vamos.
En sentido figurado, añado, porque por aquí hay cierta mal pensada...
Jeje, pero ¿y qué te esperas? ¿Cuánta gente seria te lee? ¿Ein? ¿Ein? ¿Ein? Yo no, claro...
Y nooooooo, no te cortes la coleta. Con lo bien que lo pasamos leyéndote. (¡Ay, cómo eres!)
Pues es verdad, tienes razón (por una vez). Ser serio y leerme a mí resultan dos conceptos muy antagónicos... y ya puestos hasta serían agónicos, jejeje.
Pero no te preocupes, no pienso cortarme la coleta todavía. Que aún me quedan muchos morlacos por torear... ¡Arsa quiyo, lerele!
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